Las estadísticas están hechas para romperse. Eso dice el lugar común. Pero las estadísticas marcan una tendencia. Y la tendencia en torneos internacionales dice que nunca le ganamos a Independiente en copas internacionales como visitantes. Y hoy había que ganar si o si. Producto de la mala suerte, o las desatenciones del partido de ida, que de un 4-2 clavado, muto en un 3-3 que nos obligaba.
Y pese a todo esto, Boca regalo un tiempo entero. El primero. Con la tozudez de Falcioni de seguir con el doble 9, y con Chávez de enganche. Ni una ni otra cosa funcionaron ante un equipo, que con los aires de la renovación de técnico, buscó siempre la heroica, jugando al límite y mejorando bastante, al menos en la lucha, la pobre imagen que viene dando en el torneo local.
Así entre la impotencia de uno y la lucha del otro se fue el primer tiempo sin pena ni gloria, con un par de chances de arriba del local y un gol anulado por off side a Burdisso por el lado visitante.
En el segundo de tiempo el ingreso de entrada de Acosta por Chávez lo dice todo. El técnico dispone el retraso de Viatri casi como enganche y el ensanche del frente de ataque. Al toque se queda con 10 jugadores el local y se encierra más contra su arco. Boca, si bien no tuvo un dominio asfixiante, generó al menos 5 situaciones netas de gol, que se desperdiciaron básicamente por mala puntería. Y ante eso, de nada valieron cambios ofensivos como el de Paredes por Ledesma. Se ganó siempre de arriba, pero se erró siempre la definición.
Y así se murió el partido y se decretó la rápida despedida de esta Sudamericana. Parece demasiado castigo a un equipo que fue muy superior, y al que la falta de definición, alguna imperdonable distracción y un grado importante de obcecación (¿capricho?) del técnico en sus planteos, pero, así es el fútbol de imprevisible y hermoso.
No hay demasiado tiempo para lamentos. La pelota seguirá rodando, y el domingo en Vélez (La Bombonera cumplirá una fecha de suspensión), ante Rafaela, se deberá ganar para empezar a olvidar esto y sobre todo seguir prendidos en la lucha del Inicial.