Con Borghi o con Pompei. Con línea de 3 o de 4. Con o sin carrileros. Con doble 9 o con un por afuera. Y sobre todo sin Román, Boca es esto, un equipo de mitad de tabla, puestos más, puestos menos. Un equipo con escaso volumen de juego, que le cuesta horrores lastimar al rival de turno. Que desde que llegó Tito luce mejor parado y con más enjundia, con jugadores que parecen más cómodos en la cancha, pero que adolece casi de las mismas carencias colectivas e individuales que exhibía con el Bichi.
Con todas estas limitaciones a cuestas Boca viajó a Rosario a enfrentar a un Newell´s que viene de mayor a menor en el semestre. Y perdió injustamente 0-1, a poco del final con un golazo fuera del contexto del partido. Un partido mediocre, en el que nunca fuimos menos que el local, pero tampoco fuimos superiores a ellos. En el que jugó muy bien García, pese a que a ellos no les sobraban ideas a la hora de atacar y en en que llegamos sobre todo intentando tiros de larga distancia que hicieron pegar algunos revolcones al seguro Peratta. Y esto muestra justamente los problemas de generación de juego. Pochi en eso fue el que siempre intento y pocas veces logró con claridad. Muy solo, muchas veces embarulló más que clarificó pero fue el único que inquietó algo. Araujo, no tuvo mucha participación, pero en cada intervención muestra que está para grandes cosas, habrá que llevarlo de a poco. Bien Erbes, aceptable Medel, bien Caruzzo y poco más.
Quedan tres partidos, dos en casa contra equipos muy comprometidos, a priori muy ganables, pero la realidad marca que puede pasar cualquier cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario