Los méritos de Tito

   Boca ha vuelto a ganar. Y es noticia. En casa, derrotamos 2-1 al tercero del campeonato, Arsenal. Justo en el partido a la renuncia de Borghi. Justo en el partido posterior al papelón del gallinero. ¿Casualidad?, ¿boicot?, ni tanto ni tan poco.

    Pompei llegó como bombero por segunda vez en el año. Y otra vez lo primero que aportó fue cordura. Bajó el clima del vestuario, habló poco y clarito: “Vengo por 5 partidos y mi misión es dejar puntos en la tabla”. Ni más ni menos. Como buen interino no hizo grandes cambios, los once que salieron a la cancha eran titulares habituales con el Bichi. Eso sí, reacomodó las piezas.

   Se terminaron los inventos raros de inventar carrileros que no tenemos o buscar enganches que no hay. Repitió arquero y los cuatro del fondo, formó línea de 4 en el medio, con Pochi sobre derecha (donde lo hizo debutar Ischia), Medel-Battaglia en el centro y Giménez sobre izquierda. Adelante volvió a poner el doble nueve. Pero por los azares del fútbol a los veinte minutos mostró sus cartas. Lesionado Viatri, dejó sentado en el banco a Mouche y mandó a Araujo a la cancha, como delantero. Y el pibe respondió con creces. A los pocos minutos, cuando parecía que Arsenal dominaba definitivamente el partido, golazo con el sello de Carlitos Tévez.

   No fuimos el Barsa ni nada por el estilo. El equipo estuvo más ordenado, sufrió por momentos, y en esos momentos respondió García, buscó el triunfo en todo momento pero sin salir a suicidarse. Cuando nos empataron no se cayeron, y siguieron buscando. La suerte nos hizo un guiño porque marcamos los dos goles en los mejores momentos de Arsenal, pero como siempre se dice a la suerte hay que ayudarla.

   Destacados, García, Pochi, Araujo, el eterno olfato de Martín, Medel. Hemos llegado a 20 puntos, hay 12 más en juego, se dice que el objetivo del plantel es llegar al menos a los 27 puntos del Apertura pasado con Basile. El próximo, una prueba alta, NOB en Rosario y peleando por entrar a la próxima Libertadores. Una buena oportunidad para ver si lo de ayer fue solo respuesta anímica o hay motivos de fondo para pensar en un futuro mejor.