Julio Grondona no será William Shakespeare, pero tira una frase y deja a todo el mundo futbolístico preguntándose cual Hamlet, "¿corto o largo?, esa es la cuestión". El padre de la criatura, el inventor de los torneos cortos allá por 1990, ahora quiere sepultar a la criatura.
La historia comenzó en 1990 y fue la culminación del cambio en el inicio y fin de las temporadas que comenzó en 1985 adaptándolas al calendario europeo. Los torneos cortos, Apertura y Clausura, fueron pensados como dos torneos independientes que disputados a una rueda cada uno clasificaban a su ganador a una final anual que determinaba el campeón del año, en caso de haber obtenido diferentes equipos cada torneo. Así en su primera versión Newell´s Old Boys ganó el Apertura ´90 y Boca Juniors el Clausura ´91, ganando Newell´s la final, por penales en la Bombonera.
Fue tal la discusión que se armó alrededor de si el torneo ganado por Boca debía o no computarse como título obtenido en la estadística (Boca no ganaba un torneo desde 1981), que la Afa (o sea Su Majestad Don Julio) determinó que a partir de la temporada siguiente no se disputara más la final anual y se pasaran a tener dos campeones por temporada, el ganador del Apertura y el del Clausura.
Cuando se cambió un sistema que tenía casi 60 años de vigencia en el profesionalismo, se lo hizo diciendo que el sistema de torneos cortos abría la posibilidad a más equipos, emparejaba las posibilidades de los llamados "chicos", aumentaba la emoción porque rápidamente se llegaba a la zona de definición del torneo, daba rápida revancha porque si te iba mal en uno pronto comenzaba el otro y evitaba el peligro de que el campeonato se tornara aburrido al escaparse un equipo en la punta.
Ahora bien, si todos estos motivos siguen siendo válidos, ¿por qué el mismo que impulsó el cambio, ahora quiere dar marcha atrás 18 años después?...cosas vederes Sancho que non crederes....
La excusa fundamental que se esgrime ahora es que los torneos cortos aumentan la presión en forma insostenible sobre muchos técnicos, los cuales son sacados rápidamente de sus cargos por una mala racha que los deje rápidamente sin chances. También se argumenta que al haber 5 plazas para la Copa Libertadores y 6 para la Sudamericana, el interés en el campeonato se mantendrá aunque algún equipo se escape en solitario. Y que al mantenerse el sistema de promedios y promociones para el descenso la emoción está asegurada en los dos extremos.
También se usa para avalar esta nueva postura, que las principales ligas del mundo utilizan el sistema de ida y vuelta (España, Inglaterra, Italia, Francia, Alemania, etc.) cuando todas esas ligas siempre lo utilizaron y sin embargo no sirvieron de ejemplo en el momento de decidir el cambio anterior.
Entonces, como bosteros, ¿que nos conviene?. Es difícil tomar una posición tajante. Siendo que Boca casi siempre participa en la Copa Libertadores, y que esta es el objetivo excluyente del primer semestre, que en los 18 años de vigencia de los torneos cortos nunca el ganador de la Libertadores ganó el Clausura que se juega en paralelo, que solo obtuvimos en estos años 3 Clausuras, 1991, 1999, 2006, no siendo casualidad que en 1999 y 2006 no jugamos la Libertadores, entonces, estos argumentos avalarían la conveniencia de los torneos largos para Boca.
Pero, siempre hay un pero, se supone que entonces, habría que sacar una ventaja holgada en la primer rueda del futuro campeonato (el Apertura actual), que compense la lógica pérdida de puntos que en la segunda rueda (actual Clausura) causaría la eventual participación en la Copa Libertadores.
Atendiendo a este último argumento pareciera que nos convienen los torneos cortos.
En suma, sopesando unos y otros argumentos, no queda del todo claro que nos conviene. Si, que a priori estaríamos en mejores condiciones de enfrentar las competencias simultáneas que otros clubes, por cantidad y calidad de plantel.
Y bueno, si se cumple lo que pronostica Su Majestad, habrá que empezar a recorrer un nuevo camino, se irá haciendo experiencia al andar y se irán resolviendo los nuevos desafíos sobre la marcha. Lo importante es seguir llegando a la zona de definiciones en todas las competencias en que Boca participe. Es ni más ni menos que el mandato de nuestra gloriosa historia.