20/9/23

Justo a tiempo

 Como cuando en la pampa argentina sopla el viento del oeste, el "pampero" que limpia las tormentas y deja un cielo claro y limpio, el triunfo en Santiago del Estero puede haber tenido ese efecto en la actualidad Xeneize. 

Como siempre decimos luego de una victoria ante un rival claramente inferior, hay que hacer el ejercicio de pensar que pasaría si no se hubiera ganado. Y Boca que venía de tres derrotas consecutivas en el torneo, no podía darse el lujo de no ganarle a Central Córdoba, a riesgo que la tormenta se desatara precozmente. Por suerte no se dio ese dudoso lujo.

Por suerte Almirón acertó en la rotación previa a dos semanas que decidirán el futuro de muchos (el de él incluido), los que ingresaron lo hicieron bien, los que se juegan tal vez un lugar en la Libertadores fueron figuras, el equipo tuvo una actuación convincente, goleo (pudo hacer varios más) y un aire de tranquilidad volvió a soplar en el Mundo Boca. Lo que se dice un círculo virtuoso.

Un esquema lógico 4-2-3-1, con Blondel y Sarachi por los laterales, con Valdez-Valentini en la zaga, con Campuzano-Equi en el eje central, con Zeballos-Medina-Janson por delante y Merentiel como centrodelantero moviéndose por todo el frente. Como se dice, la heladera en la cocina y el inodoro en el baño.

Boca fue más de principio a fin. Le costó encontrar el gol por razones que son difíciles de explicar. Hacían todo bien y virtualmente erraban el gol con el arco vacío. Medina, Merentiel y Janson tuvieron sendas oportunidades hasta que a comienzos de la etapa complementaria, Blondel, figura del partido, definió perfecto una asistencia del Changuito Zeballos dentro del área. Poco después debutó con la red y con un golazo Janson y ahí virtualmente se terminó el partido, más allá de una muy buena atajada (la única llegada del partido del local) de Chiquito Romero. Hubo tiempo para hacer los 5 cambios, que todos sumaran minutos y para que Pipa en la última jugada se sacara la mufa y metiera el tercer y definitivo gol.

Falta una parada más antes de Palmeiras, el clásico y de nuevo Palmeiras en Brasil. Será Lanús, el sábado en casa. Suponemos que Almirón parará el equipo que enfrentará a Palmeiras. Ahí empezaremos a palpitar dos semanas que pueden ser históricas. 

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