Ya cuesta analizar la manía de Almirón de pegarse tiros en los pies. A tal punto que me parece que lo menos preocupante es la derrota ante Tigre, en casa, 0-1, con lo que sumamos la segunda derrota consecutiva en el torneo local y el cuarto partido al hilo sin convertir goles. Lejos quedó la ilusionante goleada de inicio a Platense.
Poniendo más titulares de lo que se presumía, Almirón plantó un equipo descabellado en cancha. Romero; Weigandt, Valdez, Valentini y Sarachi; Equi y Campuzano; Advíncula, Benedetto, Cavani y Zeballos. Un 4-2-4 que dejó al equipo partido, a los delanteros aislados y el mediocampo como patrimonio de los muchos volantes que puso Tigre.
A tal punto fue pobre el rendimiento (el mismo dt lo reconoció luego) que ya en desventaja a comienzos del segundo tiempo corrigió poniendo a Taborda por Benedetto. Luego siguió metiendo mano y debutó Bullaude, entraron Rojo y Fabra, pero más allá del dominio de pelota pocas situaciones se generaron como para empatar.
Y además de los planteos que hace Almirón, es preocupante la insistencia con algunos nombres.
Valdez es un raro caso de involución permanente. Arrancó ilusionando y de a poco nos hace preguntarnos si es capaz de hacer algo bien. Pareciera que no.
El "invento" de Advíncula como volante-delantero interactuando en tandem con Weigandt fue un recurso valioso en un momento de plantel diezmado por las lesiones. Dio resultado pero se ha ido desinflando y el peruano está entrando en una intrascendencia preocupante.
Campuzano es todo de Almirón. No podemos decir que sorprenda su bajo nivel, si no que lo sorprende es que está por pedido expreso del técnico. No ha jugado un partido desde su vuelta que la justifique.
Pipa es otro caso de estudio. Se lo nota fastidiado a él y fastidia a todos. Adentro y afuera. Nulo aporte, y en su caso se lamenta el doble porque todos sabemos las condiciones que tiene, y que cada vez quedan más lejos en el tiempo.
Todos tenemos la cabeza puesta en Palmeiras y es lógico. Pero no lo es tanto si hablamos del cuerpo técnico y el plantel. Para el partido de ida faltan cuatro enfrentamientos antes. Por Copa Argentina el próximo domingo y tres partidos de la Copa de la Liga en la semana previa al partido de ida. Será fundamental que Almirón vuelva a la lógica, que pruebe lo que tiene pensado para la Libertadores y que los jugadores tomen confianza, la que irremediablemente se pierde cuando las idas y vueltas en formaciones y planteos son constantes.
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