2/9/23

Será una fiesta

 Ya clasificado a semifinales de la Libertadores, Boca vuelve a la Bombonera para enfrentar a Tigre, con su gente que estará en llamas de felicidad y con la tensión obvia por todo lo que se viene.

Menudo trabajo tiene por delante Almirón. Nada menos que bajar las revoluciones de todos, bajar la expectativa para lo que sucederá dentro de 25 días y que estén enfocados en lo que se irá jugando hasta esa fecha.

Claro que a comparación de la posibilidad de seguir avanzando en la Libertadores, la Copa de la Liga o la Copa Argentina parecen poca cosa, pero lo cierto es que hay que valorar todo e ir paso a paso por todo. Porque tranquilamente se puede no ganar la Libertadores y en ese caso se necesita estar peleando la clasificación para la del año que viene que aún no está asegurada. En estos momentos Boca está entrando por la tabla general pero para seguir estando ahí es necesario volver a ganar, sobre todo luego de la derrota del domingo pasado en Junín.

Enfrente estará Tigre. El equipo de Victoria está en plena transición. Se ha desprendido de sus principales figuras, llegaron otras que necesitan acoplarse y estrenará técnico. Lucas Pusineri, de dilatado paso por Atlético Tucumán es el que dirigirá al equipo de ahora en más. Una gran incógnita como planteará el partido. Si es por sus antecedentes inmediatos busca que sus equipos tengan mucha dinámica y gran gasto físico todo el partido. Lo más probable es que en esta ocasión sean más bien conservadores, se abroquelen en su campo y traten de aprovechar el contragolpe con espacios que puedan aprovechar. 

Lógicamente se piensa que Almirón plantará en cancha un mix entre titulares y suplentes. Pero si se observa la lista de concentrados esto no es tan así. De los 16 jugadores que entre titulares y suplentes que ingresaron frente a Racing, solo están afuera Medina y Pol Fernández. Veremos que equipo pone finalmente en cancha pero al menos desde la conformación de esta lista se advierte que se le seguirá dando la mayor atención a este torneo. Como debe ser.

Sea que jueguen casi los mismos, sea que la mayoría de ellos estén en el banco, el que sabe el estado de todos y el día a día es Almirón, y al menos se está ganando el derecho a que le tengamos confianza a sus decisiones. ¡Vamos Boca!

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