Demasiado castigo

El título en todos lados será, sin dudas, "Boca volvió a perder". 

Los datos duros no ayudan en nada. De los últimos 6 partidos, perdimos 5. Impensable hasta para el más acérrimo anti Boca. 

La racha negativa en la Bombonera es la peor desde 1971. O sea, tenés que tener + 60 años y buena memoria para recordar haberla vivido. El panorama es sombrío.

Ya no podemos hablar de "camas" ni pensar que el "cambio de aire" solucionará todo. Las culpas son concurrentes, desde la cúpula del club hasta el último suplente. Por ahora, dejamos al margen al cuerpo técnico que aún no cumplió una semana en el cargo. 

Y el repartir culpas no es por tibio ni por facilista. Ya sabemos que es un año electoral más duro de lo habitual, y las grietas a las que estamos acostumbrados en la política nacional se reproducen brutalmente al interior del club. Entonces, para unos toda la culpa es de un plantel "saca técnicos" y para otros toda la culpa es de la dirigencia "improvisada y no apta para Boca". Pero, los que sufrimos por Boca partido a partido y ni nos va ni nos viene (o al menos no lo ponemos en la cima de la importancia) los teje y meneje políticos, vemos que hay culpas para repartirles a todos. Porque tenemos un plantel tibio y verde en muchos aspectos, vemos que a varios parece que no los afecta demasiado perder seguido, pero este plantel no germinó como el pasto de la Bombonera, nos levantamos y estaba ahí. Alguien lo formó y conformó. Culpas compatidas.

Pero no podemos solo lamernos las heridas. Toca mirar hacia adelante y ser realista. El torneo está perdido. No sirve de nada evocar levantadas épicas que nos llevaron a título impensados. Y asumiendo esta pérdida, pero sabiendo que en Boca hay que sacar la mayor cantidad de puntos, aunque no alcance para campeonar, hay que enfocar todos los cañones a la Libertadores. Hay que clasificar lo más cómodos posible en el grupo, llegar a junio y con el libro de pases abierto ajustar el plantel de una vez por todas.

Pero para llegar en esas condiciones a junio, deberá trabajar mucho Almirón. Algunas cosas se ven, aunque las derrotas y el pesimismo parezcan taparlo todo. Ayer, por caso, durante muchos pasajes se vio una mayor predisposición a la presión, más ritmo, aunque sigue faltando llegadas y los lesionados y expulsados del fondo se notan mucho. Un error y no nos perdonan. Demasiado premio para un equipo que no buscó mucho y demasiado castigo para el que lo intentó y no pudo por impericias propias y por pericia del arquero rival. 

Para que tome nota Almirón. El doble 9 no resultó. Lo mejor fue con los ingresos de Medina y Villa, y el equipo se desinfló en el último cuarto de hora cuando se volvió al esquema de 3 delanteros y 3 volantes (entró el Changuito por Oscar Romero). Esperemos que el dt tome nota para el martes.

Porque el martes, segunda fecha del grupo de la Libertadores, primero como local, Almirón se jugará mucho. Nada más ni nada menos que poder seguir trabajando con relativa tranquilidad (en el Mundo Boca la paz total no existe), y para eso habrá que ganar. Confiamos en que así será. Paciencia.