13/3/23

¿Cómo se sigue?

 Boca perdió frente al último del torneo, Banfield, jugando mal, siendo ampliamente superado en el primer tiempo, donde las cifras pudieron ser mayores de no ser por la actuación de Chiquito Romero que incluso atajó un penal. 

Boca regaló, literalmente, 75 minutos del partido. Luego, en el cuarto de hora final lo pudo empatar, pero la realidad es que fue superado por un rival muy menor, con el solo argumento del entusiasmo y el despliegue. Con eso les bastó. 

Ibarra al final del partido declaró que la culpa es solo suya, que erró en el esquema de juego y sin dramatizar dijo que "hay que seguir trabajando el equipo". A ver Negro querido, con el mayor de los respetos a una gloria de nuestro club, el 1 de diciembre, a excepción de Merentiel tenías este plantel. Tres largos meses y aún no encontrás el equipo ni el esquema. Parece mucho, pensando en todo lo que se viene.

Seamos claros. Con cualquier esquema se puede ganar y ser campeones. Con el 4-3-3, el 4-4-2, el 4-3-1-2 o el 4-2-3-1 por solo citar los más comunes en Boca. Como decía el gran Coco Basile "yo los paro perfecto, pero se mueve la pelota y nada es lo mismo". Cualquiera sea el sistema elegido, el contenido se lo dan los jugadores. Y si estos no responden, se viene abajo el sistema.

Repasemos Boca de ayer:

Chiquito, a la altura, nuevamente figura.

Advíncula, exhuberante despliegue. No termina una jugada bien en ataque.

Valdéz, tal vez su peor partido.

Figal, contagiado del contexto, no aportó demasiado.

Fabra, atacó poco, que es su fuerte. Sufrió horrores en defensa, un poco por sus conocidos problemas y mucho por la falta de ayuda.

Pol, a esta altura, inentendible que siga como titular. Mismo caso que Ramírez hasta hace poco.

Varela, ha bajado el nivel y mucho, seguramente mejor acompañado puede mejorar.

Romero, ubicado como lanzador, no puede pesar de tres cuartos en adelante que es donde lastima.

Langoni, cerrado contra raya, pierde peso.

Benedetto, poco juego, no le llegó la pelota, tuvo una y cabeceó afuera.

Villa, alterna una bien con cinco mal. Así, es difícil.

Con ese panorama del primer tiempo es imposible así se cambie el número de teléfono del sistema usado.

Entraron luego, Medina, Equi, Payero, Merentiel y Briasco. Centremonos en los 3 primeros. Con ellos el esquema fue 4-4-2, un volante más, un delantero menos. Ahí Boca llegó con peligro, dominó el medio y superó sobre todo físicamente al rival.

No más palabras Señor Juez. Sepa el gran Negro Ibarra tomar nota de esto ahora que todavía hay tiempo para todo.

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