20/9/22

Pause on

 Se cortó la racha de victorias con un empate 0-0. Se dejó pasar la oportunidad de ser punteros aunque sea una noche. Hoy estamos a 2 puntos de la punta y podemos estar a 3 esta noche cuando juegue Gimnasia. Se jugó mal. Decididamente mal. ¿Es para dramatizar, golpear pechos y paredes y llorar por algo irremediablemente perdido? De ninguna manera. Todo está aún por jugarse y pinta para que así será hasta la última fecha.

Boca nunca le encontró la vuelta al partido. El rival también juega y Huracán la parte del libreto defensivo la cumplió a la perfección. Marcando alto en el primer tiempo, más replegado en el segundo, pero siempre cortando los circuitos de juego de Boca, tapando al volante central y negando la progresión del juego por adentro. Sin Villa ni Zeballos, el juego externo de Boca ha perdido muchísimo y todo se circunscribió a alguna trepada de Fabra, que lo hizo poco y no trajo mayores consecuencias para el rival. 

Mirado con lupa, a pesar que ninguno de los dos arqueros tuvo mayor actividad estuvo incluso más cerca Huracán en un par de acercamientos peligrosos que quedaron solo en eso. De nuestro lado, recién sobre el final del partido, un desborde de Advíncula generó algo de zozobra y una mala definición de Pol pudieron dar un triunfo impensado a esa altura.

Esta vez no funcionó ni el esquema que pensó Ibarra ni los cambios que fue realizando y fueron los 5, algunos, como mínimo raros.

Empezó saliendo Benedetto en el entretiempo dejando su lugar a Vázquez. Pareciera que fue por problemas estomacales. Luego ingresaron Ramírez y Romero. El paraguayo por un Molinas que no estuvo a la altura de su potencial y Ramírez por Varela, en uno de los cambios "raros". Pasó Pol a jugar de volante central. Luego Medina por Payero, y sobre el final, Orsini por Langoni. Un doble 9 que hacía presumir una lluvia de centros que no llegaron. 

Pocos superaron el nivel de la mediocridad general. Las ganas de Advíncula, algo de Fabra y poco más en una noche que no dejará ningún recuerdo. Solo el consuelo que este tipo de partidos en otro momento eran una derrota segura. 

Toca reponerse y prepararse para un duro compromiso el viernes en Mendoza. De nuevo el margen de error es mínimo y será un viaje de alto riesgo. 

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