Boca va. Pese a todo y a todos, Boca va. Lidiando con la desconfianza de todos los de afuera y muchos (demasiados) de adentro. Con lesionados y convocados, con suplentes y pibes. Con muchos pibes. Boca va. Y en el llamado "súper miércoles" en el que 3 grandes se jugaban el pase a semifinales, Boca demostró una vez más, que grande en serio, hay uno solo.
Y Boca superó el duro escollo que significó Quilmes. Si, duro escollo. Alguna vez habrá que analizar el sobre rendimiento y la ultra motivación que todos los rivales despliegan frente a Boca. Rendimiento y motivación, que si la mantuvieran con mayor regularidad les permitiría lograr grandes éxitos. Otra muestra más de quién es el verdadero grande.
Quilmes salió a jugar un partido de golpe a golpe, a tratar de aprovechar cualquier error y atacar verticalmente al espacio. Y todo lo que esta defensa improvisada de Boca no sufrió frente a Godoy Cruz lo sufrió anoche desde el arranque. Ya a los 4 minutos ganaba Quilmes con un golazo desde afuera del área (jugada que se inicia en un claro foul a Weingadt ignorado por el árbitro). Pero solo 3 minutos después lo empató Pipa. A partir de eso el primer tiempo fue una vorágine de llegadas de los 2 y se lo llevó parcialmente Boca por el acierto del pibe Morales, en gran desborde de Sandez.
El segundo tiempo no siguió esa tónica de vértigo. Parecía liquidado cuando sobre el cuarto de hora Langoni (entró por Pipa) convirtió el tercero, pero en una jugada aislada Quilmes descuenta nuevamente y se pone a tiro. En ese momento, la hinchada quilmeña produce disturbios que paran el partido casi 20 minutos. Al regreso, el triunfo nunca peligró pese a la ventaja estrecha y Boca desperdició varias ocasiones para ampliarlo, dos tiros en el palo incluídos.
Boca clasificó a semifinales con 10 jugadores nacidos en casa en la cancha. Parece un dato menor, pero es muy importante. En tiempos de economía nacional frágil y donde no se pueden hacer erogaciones habituales en tiempos mejores, el camino es una sólida base propia. Se está en el buen camino.
Boca va, sobre el final de la temporada pelea en todos los frentes. Nadie sabe si logrará algo, eso es parte del futuro y como tal inexcrutable. Pero si se puede anticipar, que a pesar de los inconvenientes y la seguidilla infernal de partidos, Boca nunca teme luchar.
