4/10/21

Todo mal

 Es muy difícil hacer un análisis de un partido que el árbitro desnaturaliza a los 15 minutos. La doble amarilla de Rojo en solo dos minutos solo es explicable desde la marcada tendencia de este árbitro a expulsar rivales de riBer y obviamente no medir con la misma vara las faltas que cometen ellos. Y no es llanto, solo basta con ver las estadísticas, que no mienten, y observar los videos de las dos faltas que marca con amarillas. También, y es imperdonable, Marcos pecó de inocente, yendo a buscar con todo una pelota intrascendente luego de ser amonestado y sabiendo los antecedentes de Rapallini.

Es momento de detenerse en Battaglia y sus decisiones, antes y durante el partido. Apostó por "experimentados" para enfrentar el partido, y estos no respondieron, haciendo la salvedad del principio. Luego de la expulsión rearmó la defensa sacando a Cardona y poniendo a Zambrano. Inentendible que no haya sido Licha López, que fue figura y goleador en su único partido que jugó con Sebastián. Más allá que el peruano no fue un desastre y terminó metiendo el único gol Xeneize. Encima, por si no tenía problemas Boca con 10, sin armador y con "experimentados" (Pulpo, Pavón, Orsini) que brillaban por su ausencia y Rossi se mete solito el primer gol, que queda como golazo, siendo una pelota tranquilamente sacable. Tarde negra del arquero que venía mandándose algún que otro error y que ayer tuvo 2 y los pagó con goles a ambos. Porque el segundo y definitivo gol sobre el final de la etapa, sale de un rechazo flaco y al medio cuando tenía tiempo para reventar la pelota lejos. 

Abajo por dos goles y con un jugador menos, Battaglia saca a Pulpo González y a Almendra, este último también desaparecido en acción y los reemplaza por Rolón para jugar de interno derecho y por Medina. Inentendible que los cambios en esas posiciones no hayan sido Montes y Molina. Solo explicable desde el lugar de evitar una goleada. La goleada se evitó, pero nos comimos un baile fenomenal, porque Boca no atacaba, no se rebelaba, dejaba que ellos se florearan con pases cortos, sin peligro, pero que alcanzaban para que el estadio festejara y se mofara. Tardó media hora Sebastián en sacar a Pavón y a Orsini que directamente no la tocaron. Ahí si entró Molina. Y una vez más demostró que debe ser titular, ya sin ninguna excusa. Se movió, se mostró, la pidió, intentó. Todo lo que los demás ni hicieron en 75 minutos. 

Y cuando la mano viene torcida, te sale el tiro del final cuando ya es demasiado tarde. En la única llegada del segundo tiempo, cuando ya se consumía el tiempo adicionado, corner y gol de Zambrano. Ni siquiera tuvimos tiempo de asustarlos.

Chau racha, chau invicto, chau campeonato y casi despedida de la Libertadores por la tabla acumulada. Queda la Copa Argentina. No es cuestión de hacer escándalos histéricos, pero ahora se verá si Sebastián ha tomado nota y este ha sido el réquiem como titulares para varios. 

Los pibes le dieron un respiro a Russo en su momento y cuando no los aprovechó se tuvo que ir. Los pibes nos ilusionaron a todos en el inicio del ciclo de Battaglia y progresivamente los fue sacando a casi todos en los partidos importantes. Está a tiempo de haber aprendido la lección. Sería una pena que desperdicie esta oportunidad que el fútbol le dio. 

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