Pasaron 578 días para que La Bombonera volviera a ser una fiesta. Desde aquel lejano 3-0 a Independiente Medellín a este 4-2 a Lanús en una noche que tuvo de todo. Desde un prometedor inicio de Boca, a la rápida ventaja del visitante un un contragolpe. De esa desventaja a pasar a ganarlo en 20 minutos. De soportar las lesiones de Orsini y Cardona a que los reemplazantes Vázquez y Molina fueran figuras. De un inicio arrasador del segundo tiempo con tercer gol incluído y un desarrollo para la goleada a sufrir un segundo gol en un ataque aislado del rival, con lo que se auguraba un final de zozobra, pero que el cuarto gol de penal ahuyentó a algún fantasma que revoloteaba.
El futuro llegó. Boca perdía, lo empató por Weingadt, categoría 2000, pasó al frente con gol de Almendra, categoría 2000, el tercero lo metió Vázquez, categoría 2000 y puso cifras definitivas Pavón, al convertir un penal que le cometieron a Weingadt. Tres figuras categoría 2000. Sumemos a Montes, a Molina, a Medina. A esta altura ya es claro que a los pibes no le pesan, ni la camiseta ni la cancha con público y por si fuera poco viniendo de una derrota en el clásico.
Hubo muchos puntos altos. Weingadt y Pavón por delante del resto. Gran partido de Montes, cumplidor Campuzano, Molina rinde y rinde, Vazquéz tiene todo para ser el 9 titular, hoy si, bien Almendra. Tiene que volver Ramirez, está volviendo Toto Salvio. El futuro es prometedor, ojalá Sebastián sepa administrar bien los recursos que tiene. Poner a los que mejor rinden sin mirar el DNI ni pergaminos pasados puede ser el método más correcto
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