Justicia penal

 Boca está en semifinales de Copa Argentina. Como en la fase anterior llegó por la vía de los penales luego de empatar el partido en cero gol. En  esa instancia convirtieron los 4 que patearon (Rojo, Izquierdoz, Molinas y Pavón), mientras el rival tiró el primer penal al travesaño y Rossi contuvo el segundo, de nada les sirvió convertir los dos restantes.

Se pasó y se festeja, pero no se puede obviar varias falencias que tuvo el equipo. Por empezar no se cumple ese precepto futbolero que "los partidos importantes tienen que jugarlos los grandes". Sebastián hizo varios cambios y la mayoría no rindió lo esperado.

Jugó Fabra en lugar de Sandez y fue el único que lo justificó con rendimiento acorde. El rombo del medio se mantuvo pero con cambio de posiciones. Campuzano, bien, en un vértice, por derecha Ramírez, por izquierda Almendra (perfiles cambiados) y Cardona en el otro extremo. Ramírez no rindió como habitualmente hace por izquierda y salió lesionado (¿esguince de rodilla? ¿llega al clásico?) al comenzar el segundo tiempo. Lo reemplazó Pulpo González que pasó desapercibido. En el otro extremo del rombo, Cardona, de flojo partido, con algunas pinceladas que suenan a escaso para lo que se espera de él. Arriba se confió en Briasco y Orsini. El ex Lanús fue poco asistido y se perdió un gol casi hecho en su última acción promediando el segundo tiempo. Briasco no termina de engranar y más allá de sus ganas poco aporta. Fue reemplazado por Pavón. Y justamente cuando se hicieron tres cambios juntos (Pavón por Briasco, Vázquez por Orsini y Molinas por Cardona) se vio lo mejor de Boca. Un Boca que ya antes era el que más quería ganar, con estos cambios realmente lo metió a Patronato contra su arco a defender incómodo y sin casi posibilidades de contragolpe. Claro que fueron poco más de un cuarto de hora. Una lástima el tiempo perdido antes.

El cambio de posiciones en el medio se justificaba para la llegada bien abierta de los laterales. Pero mientras Fabra pasó mucho, llegó hasta el fondo y generó un par de situaciones claras, lo de Advíncula es por ahora muy flojo. Contenido, tocando siempre para atrás o al costado, realmente una versión muy lejana de aquel que llegaba como una topadora hasta el fondo para lastimar con centros atrás. Ya que estamos en la defensa, muy sólido nuevamente lo de Izquierdoz y Rojo, cada vez más afianzados y un partido llamativamente flojo de Rossi, con un par de dudas que pudieron ser fatales, aunque todo lo borró en la definición por penales.

Es de esperar que Battaglia tome nota de este partido y de las complicaciones que para una formación como la que puso le presenta un equipo que se defiende adelantado en su campo, presionando a los volantes y atacando rápido y con varios jugadores que cargan al área, sobre todo pensando en que los próximos tres rivales (Colón, riBer y Lanús) van por ese camino. También que vea que las soluciones estuvieron en los cambios y en la vuelta a la idea original de juego.

Boca sigue en formación, de las lecturas correctas dependerá que el invicto y las alegrías continúen. Por de pronto en este gran objetivo que es la Copa Argentina solo nos quedan dos obstáculos. El próximo saldrá de Argentinos Jrs. vs San Telmo, que aún no tienen fecha de juego (esto es el fútbol argentino), así que allá por finales de octubre estaremos jugando la semifinal. Tiempo de sobra para seguir trabajando y apostando a las certezas que van dejando los partidos.