¿Y ahora?

El mundo está convulsionado. No hemos sido testigos (al menos la gran mayoría) de una pandemia de esta magnitud. Solo algún más que centenario que haya vivido la gripe española de 1918 puede atestiguar sobre algo parecido. Y si a esta altura de los acontecimientos en China, donde empezó, parece estar mermando, Europa cruje y Estados Unidos otro tanto. En esta parte del mundo esto recién está empezando y las medidas restrictivas de contacto y circulación van en aumento. Nos asomamos a lo desconocido y lo que se ve no es agradable.
El mundo del deporte en general y el fútbol en particular está virtualmente paralizado. Solo algunas ligas de Africa e insólitamente algunas regionales de Brasil siguen con sus torneos. El resto, parado.
Uefa y Conmebol ya postergaron las copas de Europa y América para 2021. La Conmebol suspendió la Copa Libertadores y la Sudamericana estimativamente hasta el 6 de mayo, como lo ilustra el reloj de cuenta regresiva de este blog. Pero es solo una fecha posible y deseable que se duda mucho se pueda cumplir, pues siendo optimistas recién para esa fecha se estaría alcanzado un primer pico de contagio en esta región, y aún faltará pasar todo el invierno.
Si lo de Conmebol es una mera expresión de deseos, lo de Afa y Superliga es directamente un imposible. Ambas entidades en coordinación con el gobierno (y presionadas por los futbolistas) suspendieron todas las competiciones domésticas, en principio hasta el 31 de marzo. Por eso el relojito pone como fecha para la presentación de Boca por la Copa de la Superliga está puesto en el domingo 5 de abril. Ni soñar que eso suceda. Los planteles están todos licenciados y con plan de trabajo en sus domicilios. Siendo muy optimistas allá por mayo y a puertas cerradas quizás podamos empezar a ver fútbol de nuevo. Y sea en mayo o más adelante, sea en la Copa de la Superliga si es que sigue, o en la competencia que sea, será un arrancar de cero. Una pena por Boca que venía embalado y con buen juego, pero, obviamente, hay cosas muchísimo más importantes en juego y que no se pueden comparar.
Veremos como sigue esto, veremos como seguimos y  que Dios, Alá, Yahveh o como se lo quiera llamar nos deje a todos ilesos para seguir disfrutando la vida "normal" como la conocemos.