2/3/19

Reivindicando a Alfaro

Este partido disputado ayer en Santa Fe es recién el número 8 desde que Alfaro se hizo cargo de la conducción técnica de Boca. Parece poco en cualquier lugar del planeta fútbol, salvo en el fútbol argentino y sobre todo en el Mundo Boca. Porque bastó la derrota como local ante Atlético Tucumán (con errores garrafales del dt en los cambios) y un primer tiempo de pesadilla ante Defensa y Justicia, para que, pese a la victoria final, se empezaran a escuchar cuestionamientos al dt y su propuesta. 
Y el primer tiempo frente a Unión poco contribuyó a la causa del técnico. Plantó un esquema que podía ser 4-4-2 (si Villa era volante por izquierda) o 4-3-1-2 (con Mauro de enganche y Villa extremo) o incluso 4-3-3 (con Mauro y Villa como extremos). Como se verá la clave era la posición de Villa, y en ese primer tiempo se decantó por un 4-4-2, con Marcone-Campuzzano como doble 5, Nandez como volante por derecha y el colombiano por izquierda, con Mauro como mediapunta y Wanchope como referencia de área.
No resultó. Boca fue de mayor a menor, empezando el partido con buena movilidad pero diluyéndose con el correr de los minutos. Unión bien parado, contrarestaba el juego Xeneize y si bien no llegaba con peligro, le bastó para ponerse en ventaja por medio de un penal concedido infantilmente por Izquierdoz al agarrar de la camiseta a un rival en un corner. Sobre el final de la etapa, Martínez, lateral tatengue se hace expulsar infantilmente por meter un codazo. Eso sería determinante para lo que vendría.
A diferencia del partido ante los tucumanos, Alfaro metió la mano correctamente en la formación y realizó los cambios adecuados. Adentro Bebelo por Villa al arrancar la etapa. A los pocos minutos, Carlitos por Campuzano. Así las cosas Boca formó un bloque ofensivo con Bebelo-Carlitos-Mauro-Wanchope, en la contención Marcone como único 5 y Nandez recostado como interno derecho, los laterales subieron al medio y de ahí atacaban. Boca fue intenso, acorraló a Unión, llegó al empate por Wanchope y a la ventaja por Carlitos. Luego de esto, Alfaro dió otro retoque rearmando el medio con el ingreso de Almendra por Mauro. Y Agustín termina de dar cifras al partido en tiempo de descuento, 3-1.
Suponemos que por lo visto en el segundo tiempo, con la salvedad de un rival con un hombre menos, pero justamente más abroquelado en su campo por esta razón, Alfaro debe haber encontrado el equipo para jugar cuando Boca tiene que buscar abrir un partido. Marcone rinde más como 5 solitario. Nandez por su despliegue tiene que estar. Bebelo aporta la claridad y el pase entre líneas que ningún otro volante hace. Carlitos ha mejorado notablemente en los últimos partidos y Mauro tiene que ser fija, porque puede ubicarse en distintos lugares y su pegada en la pelota parada es irreemplazable.
¿Veremos algo así en el debut de Libertadores? Difícil. Se jugará en Bolivia. A 2600 mts de altura. Seguramente ahí volverá el 4-4-2 de lucha. ¿Será el sábado versus San Lorenzo o el martes siguiente en el debut como local de Copa Libertadores? Seguramente la idea esta debiera estar presente en ambos partidos, más allá de algún retoque por rotación. Alfaro es inteligente y tiene que haberse dado cuenta de esto.
Ocho partidos jugados, 5 ganados, 2 empatados y 1 perdido. Irreprochable desde los números. Claro que casi no tenemos chance de campeonar, pero el problema en todo caso son los puntos perdidos en el final del año pasado. Y sobre todo no se puede juzgar este proceso incipiente sin tener en cuenta el contexto. El post golpazo de Madrid, la renovación (traumática) de varios lugares del plantel, la necesaria recuperación anímica del grupo, el duelo que hay que realizar, la caída de expectativas luego de perder lo máximo. Si tenemos en cuenta todo esto, sumado a la escasa pretemporada, sería una locura cuestionar ahora al dt. Tiempo, paciencia y trabajo se necesitan. La especialidad de Alfaro. Ya llegará el tiempo de juzgar su laburo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario