3/5/18

En terapia intensiva.....


....y con respirador artificial. Así quedó Boca en la Copa Libertadores después de empatar 1-1 en Barranquilla. Pero aún respira.
Todo estuvo dado para perder y quedar eliminados. Calor sofocante (37° de térmica), un estadio que era una caldera anhelante, un rival entusiasta (y poco más que eso) ante su oportunidad histórica, el mal partido de varios (demasiados) de los nuesyros y una terna arbitral de antología, hizo todo mal, y casi todo en contra nuestra. Les dió un penal inexistente, del que deriva el gol, nos negó 2 claros penales y nos anularon mal un gol. Ellos reclaman un orsay inecistente que los privó de una chance clara. Un desastre.
Este Boca, tal vez por malas decisiones del entrenador, tal vez por el mal momento de varios, nunca pudo prevalecer por periódos largos ante un rival muy limitado, sobre todo defensivamente. Tampoco sufrió demasiado y nunca fue superado en medio de un partido chato, muy mal jugado y plagado de entusiasmo e imprecisiones.
Individualmente lo de Boca fue decididamente flojo. Solo Barrios (un monstruo irremplazable) y algo de Pavón merecen destacarse. Rossi pareciera embrujado. Desvía el penal, la pelota da en el palo y ke vuelve al ejecutante que sentencia. Encima después se mandó un blooper que no pasó a mayores pero que pudo ser gol en contra. Los laterales, inexistentes en ataque y con problemas de marca, Vergini limitadísimo como siempre y Magallán que venía de mal en peor tuvo dos cierres sobre el final que lo reivindicaron.
En el medio Nandez y Pablo Pérez flojísimos. Pablo, una vez más, desaparecido en un partido clave, el uruguayo todo empuje y desorden, aportó poco y nada. Bebelo se mostró, intentó, pero demasiado lento, nunca forzó el ritmo. Carlitos arrancó enchufado pero se desconectó rapididito y no hizo gran cosa. Con este oanorama no es de extrañar que llegáramos al empare con un gol en contra.
Los cambios no aportaron soluciones. Cardona completamente fuera de forma física trota despacito la cancha. Sebastián Pérez intentó algo pero en un horroroso pase corto atrás casi regala el partido y Buffarini no se sabe para que entró. En un partido que teníamos que ganar Wanchope ( que no es ningún salvador providencial) quedó sin ingresar. Insólito lo de Guillermo.
Ahora no depende solo de Boca el poder pasar. Habrá que ganarle a los peruanos en casa y rezar para que los brasileñis de Palmeiras no vayan para atrás (única forma de perder) con Junior. Pero para eso faltan 2 semanas. En el medio finalizará el torneo local y ganarlo es lo mínimo que tenemos que esperar. Cuanto antes mejor


Enviado desde mi smartphone Samsung Galaxy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario