Las rachas se saben cuando empiezan, pero no cuando terminan. Si la racha es buena, se disfruta mucho, pero si es mala su continuación puede hacerse insoportable. Boca no gana de visitante desde hace demasiado tiempo (8 meses), por ahora no pierde casi nunca, de hecho en este torneo solo lo hizo una vez, pero de poco sirve ganar todo en La Bombonera si después de visitante no se suma de a tres la punta empieza a quedar lejos. Y si encima hay un puntero como este Estudiantes, que por ahora gana y gana (6 triunfos y un empate), nos encontramos que en la fecha 7, estamos a 7 puntos de la punta y con varios equipos por encima. Nada decisivo teniendo en cuenta que faltan 23 partidos, pero los márgenes de error se achican.
Ayer estuvo todo dado para romper la racha. Gol de Pavón a los 3´. Encima, cuando ellos empatan de manera fortuita a poco de finalizar la etapa (hay que reconocer que en materia de suerte venimos flojitos), al comenzar el segundo tiempo, al minuto, otra vez Pavón nos adelanta en el marcador. Otra vez todo a favor, y otra vez nos empatan promediando la etapa, cuando poco estaban haciendo para lograrlo.
En la primer parte, luego de la ventaja, Boca se paró demasiado atrás. No sabemos si por el ímpetu del rival, que en su casa repleta de su público salió a buscar el empate con todos sus recursos, o fue una decisión táctica. Por la desesperación de Guillermo pidiendo que se presionara más arriba da la sensación que fue lo primero. El tema es que al estar demasiado cerca de su propio arco, se sufría el asedio y los centros constantes, no mucho más que eso, y Sara, si bien preocupado no tenía grandes sofocones. Pero también para generar la contra, para la que había muchos espacios, se debían recorrer muchos metros, lo que conspiraba con el éxito final de la maniobra. Así y todo la diferencia se pudo haber ampliado. No sucedió y encima al final sobrevino el empate, en una jugada fortuita, con pifia de un tucumano que queda habilitado por un resbalón de Vergini. A empezar de nuevo.
En el segundo tiempo pareció que se había aprendido la lección, nuevamente en ventaja no se retrocedió (o el rival ya no tenía tanto resto físico), se siguió presionando y se dispusieron de varias chances. Pero otra vez, una perdida de pelota en el medio, salida rápida del local, preciso centro, y un cabezazo de esos que entra uno de cada cincuenta, pero que valió el empate definitivo.
De atrás para adelante: muy flojo Silva, incomprensible que sea titular en lugar de Fabra. Peruzzi volvió a su medianía habitual, bien la pareja de centrales en casi todo el partido, pero el primer gol llega de un resbalón de Vergini, y en el segundo el rival cabecea entre él y Tobio. Gran partido de Pablo Pérez, corrió, marcó y jugó con criterio, Bentancur alternó buenas con lapsos de apatía, en un par de situaciones favorables para definir prefirió el toque lateral que terminó diluyendo la jugada. Guillermo cree firmemente en él, todavía esperamos alguna actuación consagratoria. Se esperaba más de Sebastián Pérez, el colombiano estuvo flojo en la contención y no demasiado brillante en la distribución. Pavón, autor de dos goles, picante en el desborde, junto al Pérez nacional lo mejor del equipo, Centurión aporto lo suyo en ataque, aunque discontinuo y Carlitos, como centrodelantero fue de mayor a menor, decisivo en el arranque, se fue perdiendo. Los ingresos de Zuqui y Bou no aportaron demasiado al desarrollo, aunque el ex Gimnasia estuvo mucho más activo.
Así se esfumaron otros dos puntos, no decisivo por ahora, pero que al final del camino pueden pesar. Ojalá que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario