Cuando pase el temblor

 Boca es campeón. Poco importa como, ahora toca festejar y desahogarse. Gritar a los 4 vientos el título número 71, preparar una gran fiesta el sábado para recibir el 12/12 en casa y luego viajar a Arabia para enfrentar al Barcelona en un amistoso, que para nosotros, será un mimo además de una recordación de Diego.

Luego llegará el momento de las reflexiones y los análisis. De ver de donde se partió, adonde se llegó y la forma en que se hizo el camino. No hay que ser ni ciegos ni exitistas, Boca necesita cirugía mayor, en el plantel, en su conformación y sobre todo en su juego, porque tiene potencial para jugar distinto y mejor.

Anoche jugó futbolísticamente tan mal como contra Arsenal. Solo, dato no menor, le agregó esta vez garra y empuje, no se dejó llevar por delante y soportó a un rival muy pegador y a un árbitro que ignoró tres claras jugadas de roja de ellos y mostró una a Ramírez (doble amarilla) por una jugada donde no toca al rival. Media hora con un jugador menos también suma mérito. Y también es un mérito la definición por penales. Aunque se la menosprecie, en las tres que ganó Boca en esta copa, metió pleno de efectividad en los pateadores y un gran Agustín Rossi en todas ellas, un arquero que puede dejar alguna duda durante el partido (anoche casi se hace un gol solo), pero que en las tandas de penales no te deja pagando.

Ahora el pase a la fase de grupos de la Libertadores está asegurado. Tocará analizar con responsabilidad como encararla sabiendo lo difícil que es hoy por hoy ganarla, máxime con el poderío de los equipos brasileños. Y todo estos análisis tienen que entrar en el combo que esbozamos al principio, y que no es ningún invento nuestro sino que fueron la palabras de Román a poco de finalizado el partido y con la alegría de la consagración a flor de piel. Análisis que incluirá la continuidad o no del dt según se desprende de sus palabras. Así que a disfrutar ahora porque se viene un fin de año movidito en el Mundo Boca. Bueno, algo habitual de todos los días.