Boca volvió a ganar de visitante. Ha sido el segundo consecutivo, esta vez a
expensas de San Lorenzo, un rival históricamente más que duro, en su propia
cancha y con un presente de equipo más que respetable, pese a que venía de dos
eliminaciones consecutivas en Copas, lo que probablemente les pesó como
obligación de ganar y que realza más aún el triunfo Xeneize.
Porque Boca ganó en muy buena forma. Con un
primer tiempo de lo mejor que vimos en mucho tiempo, y a pesar de momentos de
sofocón en el complemento terminó redondeando quizás la mejor actuación del
ciclo Barros Schelotto. Y el desencadenante de tan buen rendimiento es sin dudas
el regreso de Fernando Gago a la titularidad, después de 7 meses, tiempo en que
lo mantuvo alejado la rotura del tendón de Aquiles. Cuando se rompió venia
siendo figura clave, volvió como si no hubiera faltado ni una fecha. Fue el
patrón del medio, quitó, raspó, ordeno, organizo, le dio una mano a los
centrales, liberó a los otros dos volantes (Pérez y Bentancur), y hasta potenció
el juego de Carlitos que flotó por todo el frente de ataque. Después de lo de
ayer, creemos que se terminan los experimentos de Guillermo. El esquema será
4-3-3, a lo sumo se podrá discutir que dos volantes acompañarán a Gago y que
delantero acompañara a Carlitos y Benedetto. Porque Benedetto, estuvo un rato
y salió ¿desgarrado? un minuto después de marcar un gol, que al final del
torneo, estará sin dudas en el podio de los mejores. Un golazo con una clase que
muestra la tremenda calidad que tiene.
Defensivamente se sufrió mucho por los
costados, San Lorenzo ataca rápido, con mucha gente y abriendo bien la cancha,
por el lado de Fabra-Insaurralde recargaron el juego, y ambos la pasaron mal,
pero también Blanco hizo de las suyas sobre Peruzzi-Vergini, que también se
complicaron bastante.
Además de Gago, Carlitos jugó un gran partido.
Relevado de tener que bajar tanto como para empezar las maniobras, pesó mucho a
partir de tres cuartos de campo rival y solo le falto estar más fino en la
definición. El que no estuvo nada bien fue Pavón. Nada que decir del arranque y
el encare, pero no acertó una vez en la definición de las jugadas. Tiró centros
horribles, no acertó el arco cuando lo buscó (solamente una en el primer tiempo
fue difícil en serio para Torrico) y salió reemplazado por Zuqui bastante más
tarde de lo aconsejable.
En suma una muy buena victoria, que
tranquiliza, arrima a la punta y permite encarar con optimismo los dos próximos
partidos. La visita de un Racing entonado por golear a su clásico rival y luego
el viajecito a la Heladera Gigante.
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