El título de este post lejos está de ser un deseo. Es la certeza que da la experiencia de haber visto muchos finales parecidos. Sin ir mas lejos, el Vasco llegó a mediados de 2014 a apagar el incendio que se devoraba al tercer ciclo de Bianchi. Si, el dt mas ganador de nuestra historia, que venia de empatar con Velez el primer puesto de la temporada finalizada dos meses antes, se encontro en las primeras 4 fechas con un plantel que no respondía a los cambios de esquemas o de nombres, que se arrastraba en la cancha, que se desmoronaba ante la primer adversidad. La gota que colmo el vaso fue una goleada de 0-3 en La Plata ante Estudiantes. Y mas alla de la forma irrespetuosa en que fue separado del cargo, todos sabíamos que no había futuro. Año y medio después, el Vasco está en la misma situación. Y esto a pesar que hace solo un par de meses, dos títulos en pocos días parecían sepultar los cuestionamientos que las eliminaciones coperas ante "ellos" habían generado. Pero, a un verano oscuro han seguido dos partidos oficiales marcados por la misma tendencia: un equipo abúlico, que no responde a ningún esquema, con bajísimos rendimientos individuales, hincapaz de reponerse a la adversidad, sin rebeldía, sin garra.
Hoy era una final, un clásico, en el cual vimos todos estos defectos que terminaron generando un humillante 0-4 tan demoledor como aquella goleada en La Plata evocada líneas arriba.
Desde aca no pedimos renuncias ni exigimod roturas de contratos. Pero sabemos que una cosa o la otra sera cuestión de días. Podrá ser mañana mismo, o el domingo si no se gana en La Bombonera o el miércoles próximo en San Juan o si empazamos flojos en la Libertadores. En todo caso los únicos que pueden evitar eso son los jugadores, dando la cara por el dt y revirtiendo esto empezando por su propia actitud en la cancha. No le asignamos mas de un 5% de posibilidades a esto. Solo pedimos que unos y otros, cuerpo técnico y dirigentes tomen las decisiones que tengan que tomar pensando en lo mejor para Boca.
Hoy era una final, un clásico, en el cual vimos todos estos defectos que terminaron generando un humillante 0-4 tan demoledor como aquella goleada en La Plata evocada líneas arriba.
Desde aca no pedimos renuncias ni exigimod roturas de contratos. Pero sabemos que una cosa o la otra sera cuestión de días. Podrá ser mañana mismo, o el domingo si no se gana en La Bombonera o el miércoles próximo en San Juan o si empazamos flojos en la Libertadores. En todo caso los únicos que pueden evitar eso son los jugadores, dando la cara por el dt y revirtiendo esto empezando por su propia actitud en la cancha. No le asignamos mas de un 5% de posibilidades a esto. Solo pedimos que unos y otros, cuerpo técnico y dirigentes tomen las decisiones que tengan que tomar pensando en lo mejor para Boca.
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