Y una noche la suerte nos guiño un ojo

Final de vértigo en un partido que se moría 0-0, en medio de la impotencia (y el mal juego) de los dos. Ya en el descuento, Orión se equivoca en la salida, Belgrano se tira con todo a ganarlo, falla el Cata en la cobertura de un centro mas y Mansanelli define ya gritando su gol. Pero una enorme atajada de Orión (que se suma al desvío de un tiro del Picante en el primer tiempo) evita el gol y la derrota. Y en la continuidad de esa jugada, Carrizo, lejos lo mejor que mostro Boca, le pone un centro llovido "con la mano" a un Gigliotti que en su unica intervención importante del partido, no perdona y de cabeza somete a Olave. Plin, caja, y tres puntos, los primeros del torneo viajan a casa.
Lejos estuvo de jugar bien Boca. Repitió casi todas las fallas conceptuales del primer partido, aunque hubo algunos rendimientos individuales de varios "cuestionados" que mejoraron. En ese rubro se anota el Burrito de interesante rendimiento, el citado Gigliotti, pura y exclusivamente por el gol y Erbes que por momentos y por despliegue intenta disimular las carencias de jugar en un puesto que no es el propio y en que sus características no sirven para el equipo en ese lugar. En cambio volvieron a defeccionar Grana, el Cata, Zarate y Gago. Este ultimo salio por lesión y fue reemplazado todo el segundo tiempo por un Castellani intermitente, que cuando la tiene la trata de administrar correctamente, pero desaparece por largos pasajes.
El gran déficit de Boca en ataque sigue siendo el escaso juego por las bandas, solo el despliegue de Carrizo y los intentos de Martinez, también carece de alguien que rompa por adentro y el esquema con tres "5" produce un juego estático y posicional que facilita la presión del rival.
Justamente, en los primeros veinte minutos esa presión de Belgrano se hizo notar y Boca, encerrado solo atinaba a tirar pelotazos sin destino, amen de sufrir mucho en defensa, donde solo el aplomo de Forlin es digno de destacarse.
Ojalá que se sepa aprovechar este guiño de la suerte para trabajar sobre lo mucho que falta. Siempre es mejor hacerlo desde la tranquilidad que da un triunfo.
Es impostergable un cambio importante por la derecha. Es imperioso probar alternativas a Grana (Meli, Marin) y el ingreso del chileno por Erbes, quien debería pelear el puesto con Bravo. Así con la vuelta de Insua y el ida y vuelta de Carrizo, se podría tener un buen juego de llegada por afuera. También la presencia de Lucho Acosta, aunque sea en el banco, daría la posibilidad de tener una alternativa con dinámica para romper por el medio de la defensa rival. Ojalá que Bianchi no se cierre en la excusa del triunfo y al menos intente algunos de estos cambios, que se caen de maduros.
Aunque el Virrey, algo mas sabe que uno, y un poquito mas de chapa tiene. A seguir confiando en su sapiencia.
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