A partir del próximo domingo, y durante 21 días se juega gran parte del futuro próximo y porque no, del ciclo Bianchi, tercera parte.
24/08 vs Rafaela (L)
27/08 vs Estudiantes (V)
31/08 vs Velez (L)
04/09 vs Rosario Central (V) ida Copa Sudamericana
07/09 vs Olimpo (V)
11/09 vs Rosario Central (L) vuelta Copa Sudamericana
14/09 vs Racing (L)
Vale decir que en este breve lapso de tiempo se estará casi en la mitad del torneo local y ya se habrán definido los octavos de final de la Sudamericana. En un semestre decisivo, claramente no será lo mismo estar en carrera por todo que relegado tempranamente.
Bianchi ya ha decidido que su esquema de juego, a partir de la salida de Roman será el 4-4-2, válido como cualquier otro esquema, pero que requiere de ciertas características individuales de quienes lo integren si es que se quiere hacerlo eficiente sin resignar protagonismo.
Por lo general se enfrentara a equipos de plantéis similares, que armen líneas de 4 en su propio campo y que busquen, mediante la presión sobre la salida de Boca, recuperar la pelota y contar con espacios libres para el ataque.
Ante esto, a grosso modo, se necesita un equipo corto entre líneas que no otorgue espacios, que asegure el primer pase en la salida, que contra presione cuando pierde la pelota y que una vez instalado en el ataque, abra la cancha por las bandas o alternativamente rompa por el medio con pases filtrados entre las lineas rivales. Lejos ha estado Boca de este ideal, hasta ahora.
Para empezar, en ataque no se logra establecer el juego por afuera sobre todo por las características de los que ocupan los puestos. Ni Grana ni Zarate pesan en ataque (y tampoco son garantía defensiva), se espera con ansia la vuelta de Insua y que Bianchi pruebe alguna otra alternativa por derecha (Marin, Meli, Fuenzalida?). En el medio, la presencia de tres centrales (Erbes, Gago, Bravo), conspira contra la movilidad, y encima el bajo nivel de Gago conspira contra la alternativa de los pases filtrados entre líneas. La llegada por afuera queda entonces reducida a los desbordes del Burrito (uno bien y cinco mal) o las ganas y la enjundia de Carrizo, lejos el mejor en estos partidos. Para colmo cuando se reemplaza a Martinez se opta por Calleri (por ejemplo para este domingo), con lo que se forma un doble 9 que pocas veces a dado resultado. Gigliotti, además del poco juego que recibe se muestra muy estático y lento, perdiendo por lo general entre los centrales rivales.
En defensa se sufre por dos motivos: la inseguridad en la salida que agarra a los defensores a contra pierna y el bajo nivel de casi todos. A lo ya dicho de Grana y Zarate, se suma la lentitud del Cata, expuesto en campo abierto y con problemas para la cobertura hacia los costados.
Lo mas preocupante es que si bien todo esto se vio con Newell's, el Virrey apostó a los mismos con Belgrano, con idénticos resultados en el juego, aunque por suerte, y de milagro con marcador opuesto.
Se supone que para este partido se vienen cambios obligados por lesiones. Parece que Fuenzalida y Castellani se incorporan al medio y Calleri a la delantera. Esperemos que Lucho A costa se sume al banco para contar con una alternativa de juego interior, movilidad y cambio de ritmo. Ídem para la presencia de Andrés Cháves, que a pesar de ser centrodelantero puede desempeñarse por afuera con facilidad.
Apostamos a Bianchi, a su sabiduría y coherencia y esperemos que acierte con los que entren y sobre todo que estos le respondan en el juego. Sera la única manera de atravesar con éxito estas 3 semanas.
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