Debut triunfal de Boca en Córdoba, ante el siempre complicado (y hoy mucho más) Belgrano. Fue 2-1, abrió el marcador Carrera a los 7´, empató Román de penal a los 11´y remató el partido el Cata Díaz a poco del final del partido.
Boca alternó luces y sombras, incluso han sido más las sombras, que nos muestran lo mucho que todavía hay que trabajar.
Como dato a tener en cuenta, la generosidad de la propuesta. Boca siempre fue al frente e intentó ganar el partido. A pesar que le costó mucho llegar, a pesar que muchas veces quedó expuesto a la contra del local, y a que este se sintió siempre cómodo esperando, siguió yendo con más voluntad que ideas y sobre el final consiguió el premio, quizás exagerado, pero los tres puntos están en casa.
Belgrano es un equipo incómodo, que sabe lo que quiere y que realiza durante el partido un desgaste tremendo. Se planta en su propio campo, presiona la primer línea del mediocampo rival y cuando recupera la pelota pasa con mucha gente al ataque, y si no llega a fondo sigue presionando a la defensa rival, buscando continuamente el error. Así llegó al primer gol a poco de comenzado el partido y así hizo sufrir a todo Boca, sobre todo en el primer tiempo, cuando al medio Xeneize le costaba horrores dominar y pasar la pelota ante la presión rival.
Por suerte, a poco del gol de Belgrano, Olave se mandó el primero de sus errores y dio rebote largo ante un tiro de larga distancia de Marín y luego le comete penal a Blandi (debió ser expulsado y no lo fue, en el primer error de un impresentable árbitro), que Román convierte con su habitual maestría.
El segundo tiempo fue mucho más parejo y chato. Los dos con las mismas posturas, pero con el correr de los minutos, Belgrano pareció comenzar a sentir el esfuerzo y ya casi no llegó a complicar a Orión. Por el contrario, Boca comenzó de a poco a jugar cada vez más cerca de Olave, Román en una asistencia genial (de lo poco que pudo hacer en un partido en que estuvo muy absorbido por la marca rival) lo deja a Gigliotti (había reemplazado a Blandi minutos antes), pero el arquero tapó en forma espectacular. Hasta que en los últimos 5 minutos, dos errores garrafales de la defensa de Belgrano, uno que tira la pelota para atrás solo, Olave que salva el córner pero la deja muerta en el área y se genera un tiro de esquina desde el otro lado. Y de ese centro de Sánchez Miño viene el gol del Cata Díaz, de cabeza. “Ya comenzó a pagar el pase”, dijo Bianchi en el post partido.
Párrafo aparte para el árbitro Maglio. Desastroso él y uno de sus líneas. Dos goles anulados a Belgrano en el primer tiempo, por supuestos orsais, y sobre todo dos penales muy claros para el local que ignoró. También citamos la no expulsión de Olave en el penal para Boca y también le perdonó la vida a Lolo, que ya amonestado, frenó con foul fuerte un claro contragolpe de Martínez que debió ser la segunda amarilla.
Boca deberá mejorar y trabajar en todas las líneas. La presencia de Cata Díaz aportó seguridad y limpieza en la salida, pero solo no puede. En el primer tiempo los dos laterales sufrieron mucho, y sobre todo Insúa, no aportó demasiado en ataque. Marín, no subió mucho, pero al menos de un remate suyo se generó el penal del empate. En el medio estuvieron los mayores problemas. Ledesma no jugó absolutamente a nada. No marcó bien, no se proyectó con criterio y se cansó de pasarle la pelota al rival. Ribair, mucho despliegue, pero por momentos demasiado solo en el medio. Como siempre su mayor déficit es pasar la pelota limpia. Sánchez Miño puede dar mucho más. Román absorbido por la marca no tuvo un gran partido, pero siempre maneja los tiempos y al menos, cuida la pelota con criterio. Arriba Martínez corrió mucho, aunque le costó ser picante en los últimos metros y Blandi aportó poco.
Esto recién empieza, y empezar ganando y de visitante (primer triunfo en esa condición del año) no es poco cosa. Hay que mejorar y trabajar, pero siempre es más fácil cosechando de a tres.
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