Por suerte Boca entendió y tomo este partido en el Centenario como lo que era, una verdadera final para no quedar relegados en la carrera para clasificar a octavos de final.
Desde el primer momento el equipo se planto en campo rival y llevo la iniciativa. Parecía una continuación del partido de La Bombonera. Y el parecido no quedaba ahí. Cerca de los 20' en la primer llegada seria de Nacional, penal (otro más) y expulsión de Chiqui Pérez. Momento mas q complicado, con un hombre menos con mas de una hora de juego por delante y a punto de quedar abajo en el marcador. Y la suerte que nos viene siendo esquiva este año, esta vez nos hizo un guiño y el delantero uruguayo pateo el penal por arriba del travesaño. Pero, "a la suerte hay que ayudarla" (frase hecha si las hay). Y Boca la ayudo. No se metió atrás, no hubo cambios apresurados, se mantuvo la iniciativa y la presión alta, con mas precauciones, es verdad, pero con los dientes apretados. Y sobre el final, en un centro sobre el área local, en una jugada confusa, agarrón a Viatri, penal cobrado y transformado en gol por Román.
Con la ventaja a favor, Boca retrocedió 20 mts. en el st y paso a construir un bloque compacto en el propio campo, y a tratar de retener la pelota una vez recuperada, sin rifarla y buscando aprovechar los espacios que dejaba el rival. Y con la sabia conducción de Román el plan se fue cumpliendo. Los minutos pasaban y si bien el partido no se liquidaba, tampoco Nacional creaba mucho riesgo. Hasta que a medida que pasaban los minutos y se consumía el tiempo de juego, empezaron los cambios por cansancio y fueron saliendo Martínez (Ledesma), Erviti (Somoza) y Román (Caruzzo), entonces Nacional empezó a arrimar peligro a base de centros y ahí apareció la experiencia de Orión para sacar dos pelotas complicadas y enfriar el partido exasperando al rival.
En una actuación convincente del equipo todo, hubo puntos individuales altos. El ya citado Orión, la actuación consagratoria de Ribair, que como volante central estaba pintando para gran partido y luego como zaguero central, reemplazando al expulsado Pérez, fue impasable por abajo o por arriba. Erbes, como volante por derecha, subió y se canso de quitar en la faz defensiva. Román manejó como siempre los hilos del equipo, los ritmos, retuvo la pelota en la ventaja, convirtió el único gol con el que se convirtió en el máximo goleador copero de Boca. Interesante segundo tiempo de Viatri, bajando y reteniendo la pelota, aunque perdió peso en el área.
Gran triunfo, tan importante como necesario. Tanto para alcanzar el segundo lugar del grupo como para cortar la racha negativa en este año.
Ahora habrá descanso en la Libertadores, pues antes de recibir a Barcelona, con la obligación de ganar por primera vez como local, habrá compromisos en el torneo local y por la Copa Argentina. Ojala que este triunfo marque un cambio en la tendencia en todas las competencias. Jugando con esta concentración no tenemos dudas que así será.
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