22/6/12

Por décima vez ¡¡¡¡FINALISTAS!!!!

   Boca ya es junto a Peñarol el más finalista de la Copa Libertadores. Y esta décima final llegó de una manera más que justa y merecida.

   Se suponía que la U. chilena iba a salir a quemar las naves para descontar la importante ventaja que Boca obtuvo en La Bombonera. Lo que no esperábamos fue la alta prestación de Boca en el primer tiempo. Bien parado, corto entre líneas, con excelentes trabajos en todas ellas, generó no menos de 6 situaciones netas de gol, producto del aprovechamiento del masivo adelantamiento rival, y si no hubiera sido por la mala noche de Mouche para la definición, el travesaño que devolvió un tiro exquisito de Román, y un par de atajadas del arquero rival, esa primer etapa pudo haberse cerrado con un resultado definitorio.

   Lo mismo pasó en el comienzo del segundo tiempo, pero, con el local mejor parado, las llegadas comenzaron a ser esporádicas (y siempre con el mismo final). La U. comenzó a inquietar más, pero nunca pudo mantener un dominio sostenido. Tuvo situaciones propicias como para marcar, pero la gran actuación de Orión, la mano que nos dio el travesaño un par de veces y la solidez defensiva por arriba, fueron llevando el partido sin grandes sofocones hacia un final de 0-0 que determinó el pase de Boca a la final para verse las caras con el Corinthians brasileño. Otra vez nos toca brasileño en la final como en 1963 (Santos de Pelé), 1976 (Cruzeiro), 2000 (Palmeiras), 2003 (Santos) y 2007 (Gremio). Esperemos que el resultado sea el de las últimas 4.

   Boca llega a esta final de una forma más que merecida. Fue ampliamente superior en al menos tres de los cuatro tiempos (considerando un partido de 180´) y ayer, además del notable trabajo del equipo todo, tuvo varios rendimientos individuales brillantes, a saber:

   Orión: una nueva demostración de su condición de arquero de equipo grande. Nunca fue peloteado, pero cada vez que fue llamado a intervenir lo hizo con solvencia y frialdad. Ordena la defensa y tiene gran presencia en el juego aéreo. Determinante para mantener el cero propio.

   Caruzzo: era la gran incógnita reemplazando a Insaurralde, y jugó un partido perfecto. Gran ladero de Schiavi, fueron un frontón por el medio, y se entendió a la perfección en los relevos con Clemente, clausurando el lateral izquierdo de la defensa.

   Clemente Rodríguez: después de la ausencia por lesión, y las dudas que venían generando sus desempeños anteriores volvió a ser el gran Clemente que conocemos, sobre todo en la faz defensiva.

   Erviti: a mi entender la gran figura de la noche. Hizo de todo y todo lo hizo bien. Marcó, recuperó, relevó y entregó con criterio. Regó la cancha de transpiración, y si bien no luce como pudiera por las obligaciones defensivas que asume, fue pieza fundamental en el engranaje de un equipo sólido.

   Y si destacamos estos cuatro, no va en desmedro del resto. No hubo puntos demasiado bajos. Si se le puede reprochar a los delanteros, sobre todo a Mouche, la falta de definición, no es menos cierto que este último corrió como loco y que se generó muchas de esas situaciones que terminó desperdiciando, obligó siempre y fue una preocupación constante. Román jugó un muy buen primer tiempo, y no influyó tanto en el segundo cuando el equipo todo retrocedió 20 metros para asegurar el resultado en el propio campo.

   Después de dos años sin jugar la Libertadores, Boca ha vuelto y llegado a la final. No es poca cosa. Solo dos equipos de los 32 que empezaron la segunda fase disputarán 14 partidos. Boca y Corinthians serán. Ya bien sabemos que nadie se acuerda del segundo, y que obviamente soñamos con la séptima Libertadores. Pero de eso nos empezaremos a preocupar el lunes. Hoy es fiesta y hay que disfrutar este presente de finalista copero. El más grande de la década pasada en América, vuelve a mostrar presencia. Y hay que celebrarlo como se merece.

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