Se terminó el Apertura 2010, ¿ se terminó una tortura que ya lleva dos años, cuatro torneos?. Esperemos que sí.
Muchos millones, muchas ilusiones invertimos en este Apertura, técnico nuevo, sistema nuevo, caras nuevas, y terminamos con el mismo técnico interino del torneo anterior, (el peor torneo desde que están los torneos cortos), y solo cinco puntos más, navegando en la mitad de la tabla, sin ganar ningún clásico, en fin, un torneo para recordar, única forma de volver a cometer los mismos errores.
Del partido despedida, empate 1-1 ante un Gimnasia de La Plata que demuestra en cada partido porque está milagrosamente en primera, solo se pueden comentar algunas cosas sueltas:
La vigencia goleadora del más grande, Martín Palermo que conquistó su gol 230 en Boca y el 300 de su carrera, que a los 37 años y en un año terrorífico de Boca ha sido el goleador del año del fútbol argentino con 18 goles, que ha sido el mayor asistidor del equipo en este torneo, que se cansó de sacar pelotas atrás y volver a su posición de ataque como si tuviera 20 años menos, en fin, un ejemplo con todas las letras, el espejo en el que muchos deberían mirarse.
Los dos buenos proyectos que son Araujo (buen primer tiempo, se cayó en el segundo después de pegar un tiro en el palo a poco de iniciado el segundo tiempo) y Sánchez Miño, un volante que puede jugar por izquierda, como central o doble 5.
Que se mereció ganar, que no se perdió por una tremenda atajada de García con los pies en el final, que Tito se la jugó buscando el triunfo y se desguarneció atrás y poco y nada más.
Ahora solo queda mirar hacia atrás y aprender de los errores y levantar las copas pidiendo que Falcioni acierte con los refuerzos, que le llegue al plantel, que arme un grupo sólido adentro y afuera y sobre todo BRINDAR POR EL SOLO ORGULLO DE SER BOSTEROS!!!!!
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