10/7/10

Oteando el horizonte

   Ya pasó el primer partido de la era Borghi en Brasil, más que aprobado. Ya han llegado casi todos los refuerzos pretendidos, ayer se confirmó lo de Caruzzo, dicen que Clemente contesta el lunes por si o por no, que seguramente será no, y entonces se concretará la llegada de Gonzalo Fierro en pocas horas. En cuanto a las renovaciones, solucionado lo de Martín se calcula que el martes se anunciará el acuerdo con Román. Así dadas las cosas el panorama aparece despejado y empieza a ser momento de ver un poco más allá y empezar a imaginar el futuro.

   Se dice que el equipo ideal de Borghi es: Luchetti; Caruzzo, Cellay e Insaurralde; Fierro, Medel, Battaglia y Monzón; Román; Escudero y Palermo. Y si de algo sirve el amistoso de ayer es para ver que hay buena cobertura para varios puestos, lo que se dice un plantel equilibrado a priori.

   García respondió convincentemente y es del gusto de Borghi. Cellay puede reemplazar a Caruzzo como líbero y Muñoz a cualquiera de los stoppers (Cellay o Insaurralde). Marín es una buena alternativa como carrilero derecho. Méndez seguramente hará dupla con Medel si Battaglia no se recupera, Erbes tampoco desentona en el doble cinco. Parece que Cañete será el reemplazo de Román mientras dure la convalecencia, apuesta de riesgo por la juventud del pibe y el poco rodaje que aconsejaría llevarlo de a poco, en todo caso se estima que Escudero también podría jugar por allí. Adelante Mouche y Viatri esperarán la oportunidad para reemplazar a Martín o a Escudero, quién además de jugar adelante o eventualmente ser enganche también puede incluso ser carrilero por izquierda en lugar de Monzón.

   Ahora bien, como se traduce en la cancha la frase del técnico “me gusta atacar como Menotti y defender como Bilardo”. Veremos un Boca atento a la transición de ataque a defensa y viceversa, y ahí será determinante la concentración y el juego de la línea media. Un esquema de 3-4-1-2 se basa en la flexibilidad del medio campo para tomar posiciones ofensivas o defensivas según el equipo tenga o no la pelota. Cuando esta se pierde los carrileros deben bajar a formar una línea de 4 con el líbero detrás y el doble cinco retroceder para conformar un bloque de 7 defensores. Por el contrario con la pelota recuperada los carrileros deben subir y pasar a los costados del enganche para ofrecerse como alternativa de pase o descarga y al menos uno del pívot central salir y ser otra opción de descarga para el 10. Clave para que estos movimientos puedan realizarse es que el equipo sea “corto” o sea con poca distancia entre las líneas, que estas se muevan en bloque. Y entonces cuando se ataca cobra vital importancia tener un arquero “líbero”, que juegue adelantado para barrer incluso fuera del área cualquier intento de contragolpe veloz del rival. Si defensivamente los movimientos deberán estar muy trabajados y aceitados, a la ofensiva los equipos de Borghi se caracterizan por confiar mucho en la capacidad e inventiva de los interpretes, más allá de ciertos movimientos básicos para que la cosa resulte.

   Tiempo hay para trabajar, ahora se viene la gira por Oceanía para ajustar detalles. Capacidad técnica hay y está probado. Ganas, hambre y motivación sobran. La primera prueba ha sido más que positiva. Las expectativas se van agrandando, ojalá sean cumplidas con creces…….

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