Había que ganar para no perder el tren de la punta. Había que ganar y hacerlo de forma convincente, dejando atrás el mar de dudas de la semana pasada en Córdoba. Se ganó, no se perdió el tren, se mejoró, pero no se disiparon todas las dudas.
Enfrente hubo un equipo atrevido. Platense, contagiado del optimismo de su técnico aspira, quizás, a jugar más y mejor que sus posibilidades reales, y mientras le dio el físico, complicó, sobre todo con su atrevimiento de mitad de cancha en adelante. Atrás y sobre todo cuando mermaron las piernas, dejó huecos que ante un rival como Boca y en su casa, fueron letales.
Arrancó pronto arriba Boca en el marcador con un hermoso cabezazo de Figal, pero duró poco la alegría, porque pocos minutos después en una jugada rara, con bloopers varios, empató el Calamar. Hubo que esperar al segundo tiempo cuando una corajeada de Langoni, robando una pelota en la salida rival y encarando al arquero derivó en un rebote para que Merentiel debutara en la red rival. Luego, con todos los cambios realizados, un soberbio golazo de Briasco puso el 3-1 definitivo.
Boca no dio seguridades atrás. Impreciso Chiquito Romero, demasiado arriesgado en las salidas con el pie, no dio la seguridad de otros partidos. Advíncula, en un nivel mediocre, casi habitual, Valdéz esta vez no estuvo cómodo, Figal sin dudas el mejor, bien acompañado por un Sandez, que puso mucho empeño, tanto en defensa como en ataque y fue importante en ambas facetas.
En el medio, vimos por fin a Equi como titular. Primero como interno por izquierda en el primer tiempo, y no lució bien. Luego, pasó a la derecha y comenzó a mejorar, con la salida de Varela y el ingreso de Medina, compartió el eje central con Pol y tuvo una actuación destacada. Justamente Pol Fernández volvió a lucir en un bajo nivel, y tal vez sus mejores momentos hayan sido justamente como doble 5, aunque sin lucirse demasiado. Otra vez el mejor sin dudas fue Oscar Romero. Laborioso, la pide siempre, se esfuerza en la marca, jugó suelto como enganche y luego, con los cambios, fue volante izquierdo en un 4-4-2.
Langoni si bien no tuvo su mejor desempeño, fue decisivo para el segundo gol y está siempre al acecho. Merentiel demuestra clase y mucho despliegue saliendo del área, se nota que es ningún negado y llegó al gol. No es poca cosa.
Entraron Medina por Varela lo que implicó un cambio de sistema, Weingadt por un desdibujado Advíncula, Roncaglia por Valdez que evidenciaba alguna molestia, Briasco, que selló el resultado y demuestra que está para pelear un lugar, por Langoni y Morales por Merentiel.
Para la próxima fecha habrán cumplido sus sanciones Pipa y Villa, habrá que ver en la semana que decide Ibarra con ellos.
Evidentemente hay que tener el carro en movimiento para que se acomoden los melones. De a poco, se van decantando quienes deben ser titulares. Falta mucho trabajo, faltan muchos movimientos automatizados, pero todo es más fácil de lograr si se gana. Y Boca ha ganado. No es poca cosa, y era muy necesaria.
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