Arranque tranquilo. Típico primer partido del año. Falta de ritmo, falta de distancia, juego espeso. No cabía tener muchas expectativas y por suerte que así era porque no se hubieran cumplido. Se jugó con seriedad, eso sí, diríamos que con demasiada enjundia, la cantidad exorbitante de amonestados para un partido amistoso da cuenta de esto y de la falta de timming a la hora de marcar. Esta en las tribunas se la tomaron demasiado en serio y el partido estuvo parado varios minutos por incidentes sobre el final del partido.
Yendo a Boca y su rendimiento. Fue de menor a mayor. Arrancó intentando presionar alto, pero eso duró pocos minutos. Fue superado en cuanto a situaciones de gol por el rival en el primer tiempo, pero fue dominador, aún sin muchas llegadas claras en el segundo tiempo.
Ibarra realizó 5 de los 7 cambios permitidos como una forma que varios sumaran minutos. Dentro de lo positivo, el rendimiento de la improvisada dupla central, tanto Roncaglia como Sandez cumplieron. La banda izquierda sigue siendo la mejor vía de ataque y las combinaciones Villa-Fabra fueron un dolor de cabeza para el rival. Solo faltaría el acople del volante por ese sector, Ramírez en el primer tiempo, Romero luego, para que las triangulaciones sean determinantes. Y si la izquierda fue lo mejor, la derecha que derecha queda en el debe. Briasco empezó con todo y se fue desinflando, Advíncula es todo empuje, pero raramente termina una bien. Habrá que trabajar mucho allí.
En el segundo tiempo entró Javi García (los 4 arqueros irán rotando en entre este partido y el del viernes frente al Everton chileno) y luego fueron ingresando, Romero por Ramírez, Langoni por Briasco, Bendetto por Orsini y Equi Fernández por Varela.
No queda mucho más por decir, solo que los que deberían haber aprovechado la oportunidad no dieron demasiada muestra de mejoría, pero esto es solo el arranque. En 6 días la última prueba antes del viaje a Emiratos Árabes Unidos.
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