Triunfo esquizofrénico

 Si te asomás y mirás el resultado, verás un previsible 4-1 ante un rival de 3 categorías abajo.

Si mirás un resumen del partido, verás que la ventaja fue exigua, debió ser mayor.

Pero si mirás atentamente todo el desarrollo, verás de arranque 25 minutos arrolladores, con solo un gol de ventaja (Orsini), no menos de tres salvadas del arquero rival y un par de penales ignorados por el árbitro. Pero a ese comienzo siguió un bache de un cuarto de hora, en el que Central Córdoba con humildad, ganas y enjundia, llegó al empate y por centímetros no se fue en ventaja, pese a que Boca con espacios, erró otro par de goles.

En el segundo tiempo se acentuó la tónica del principio. Mientras Boca hacia entrar gente fresca, los rosarinos se refugiaban cada vez más atrás y la ventaja era cuestión de mjnutos, a pesar que, el arquero, algún defensor oportuno y malas definiciones con el arco vacío demoraban el momento. Pero llegó, el gol (otra vez Orsini), y al toque, otra vez una distracción casi regala un nuevo empate. Por suerte les falló la puntería, y luego si, Boca volvió a acelerar, llegó el tercero (Vásquez), y sobre el final el cuarto (Zeballos) de penal.

Sorprendió Battaglia con una formación no prevista:

García, Mancuso, Figal, Avila y Fabra; Pol, Rolón, Vega y Romero; Salvio y Orsini.

Lo ya apuntado, un buen rendimiento del bloque ofensivo y muchas dudas del bloque defensivo. Teniendo en cuenta la diferencia de jerarquía, era un partido ideal para que varios sumaran minutos, confianza y consideración del dt. Varios lo hicieron, varios siguen en deuda.

Poca actividad de Javi García, correcto Mancuso. Dejaron muchas dudas Figal y Avila, sobre todo en el primer tiempo. Fabra, casi relevado de marcar, volcado netamente a la ofensiva fue de las figuras. También se lució Pol Fernández, movedizo en el primer tiempo y como volante central en el segundo tiempo con el ingreso de Medina por Rolón, uno de los que no aprovechó su chance de minutos. Ineteresante lo de Vega, luego reemplazado por Vázquez (se probó el goble 9 y Luis respondió). El debut de Oscar Romero fue más que suspicioso, jugó, hizo jugar y asistió. Su único error fue fallar un gol con el arco vacío.  Ilusiona y mucho. Toto Salvio sigue errático, sin chispa. Fue delantero, se movió por las bandas, pero no puede triunfar en los mano a mano y está errado con el arco. Desperdició otra chance. Fue reempazado por Zeballos que pide pista. El que si aprovechó los minutos con creces fue Orsini, dos goles, no menos de tres más sacados por el arquero, movedizo, entrando y  saliendo de la posición para redondear una gran actuación.

Pasó un partido que sirvió para probar cosas, dar minutos, rotar y sacar conclusiones. En esta competencia hay que esperar rival, fecha, sede y horario, cosas que se verán más adelante. Ahora toca preparar la vuelta a casa recibiendo a Huracán.