Los muertos que vos matais gozan de buena salud

 Parece que en el mundo del fútbol muchos no aprendieron que los pollitos se cuentan cuando se rompen los huevos. Que los partidos duran 90 minutos. Que terminan cuando suena el pitazo final. Y que siempre son 11 contra 11 y que si terminan los 11 rivales y si no hay catarata de penales a favor, al "mejor equipo de fútbol que recuerde la historia humana" se le complica mucho.

Y Boca, que fue de punto, casi al matadero, fue torazo en rodeo ajeno y terminó festejando fuerte ante un estadio muy parecido a un freezer gigante.

Claro que ahora hay que salir a justificar y cubrir todo lo que opinaron antes de tiempo, y ya desde ayer, vemos, oímos y leemos análisis casi infantiles.

Te hablan de merecimientos como si no supieran que los clásicos no se merecen, se ganan.

Te hablan de "San Rossi", como si el arquero no estuviera para eso, los mismos que cuando la actuación, hace unos meses, deficiente del mismo arquero sentenció el clásico pasado, se desgañitaron alabando a Álvarez, el mismo que ayer no pudo.  A propósito, ¿alguna vez le restaron méritos al "mejor equipo de la galaxia" cuando "San Armani" les salvó muchos partidos?.

Te vendieron durante la transmisión que "Barco anula  Pol Fernández" en implícita alabanza a Gallardo y sus genialidades. Pero lo cierto es que Barco, que venía siendo figura decisiva, pasó desapercibido, lo cambiaron faltando media hora y Pol Fernández siguió rindiendo. ¿No habrá sido al revés el temita de anular al rival?.

Lo cierto es que Boca se plantó como debía. Pese a que "perdió" la posesión, ese item con el que se emocionan muchos, nunca estuvo acorralado en su propia área, y si bien Rossi fue figura sacando 3 pelotas trascendentes, el dominio rival nunca fue asfixiante.

En el primer tiempo se falló en la fase ofensiva. Pipa no estaba en condiciones óptimas (salió en el entretiempo) y Villa estacionado sobre la banda estaba más preocupado por las subidas de Rojas que por lastimar.  El ingreso de Vázquez cambió ese panorama porque le dio otro despliegue, generó un par de situaciones favorables, puso el pase que generó el error garrafal de la defensa rival y el gol de Villa además de colaborar en la presión y recuperación.

Salvo lo citado de Benedetto no hubo puntos bajos. Advíncula jugó un gran primer tiempo pero fue reemplazado al estar amonestado y no había que correr riesgos con su vehemencia, Figal, su reemplazante cumplió con creces. Los centrales, con algún que otro altibajo, también estuvieron firmes, Fabra, contenido, no tuvo mayores inconvenientes salvo alguna salida en falso. En el medio, gran y silencioso trabajo de Medina, que dio la talla en un partido importante. Otro que dio la talla fue Molinas, la pidió, se movió y intentó manejar los hilos. Lamentablemente en el primer tiempo no pudo pesar en ofensiva y en el segundo fue reemplazado, con Boca ya en ventaja, por Romero. Los pibes tuvieron un gran aprobado en cancha ajena. Ramírez tuvo un despliegue "silencioso" y también fue importante. Villa, venía con un partido flojo y se reivindicó con el gol, mezcla de avivada, no darse por vencido y gran definición. A propósito, si igual gol hubiera sido al revés, mucho harían hincapié en la presión alta que fuerza el error. Acá le caen sin piedad al defensor y se olvidan también de la culpa del arquero. En fin, delicias de cuando cierto periodismo se embandera con un equipo y un dt.

Y hablando de técnicos, hace solo 14 días se elucubraba cuanto aguantaría Battaglia en el banco de Boca y quienes podrían reemplazarlo. Habíamos perdido con Huracán y se venían los dos punteros de las zonas y ambos de visitantes. Dos semanas después, se ganaron ambos partidos, estamos en la cima de la zona y Sebastián ganó puntos y sobre todo espalda. El tachín tachín de "no le gana a los grandes" ya se terminó. Aparecieron soluciones en el armado del equipo y a partir de ahora toca consolidar lo logrado y a lo sumo hacer cambios puntuales en esta estructura. 

Vamos bien, las negras nubes que amenazaban a principios de marzo han escampado y el sol brilla. Pero a no descuidarse, solo va media fase clasificatoria y asoma la Libertadores. Vamos bien, toca seguir así.