Era una de las semifinales. Pero para Boca, por todo el contexto ya harto explicado por acá, era una verdadera final. Una bisagra para lo por venir en el futuro inmediato. Y las finales hay que ganarlas a como de lugar, y Boca la ganó. Sin sobrarle nada, con Rossi como figura, sin actuaciones individuales destacables ni un gran funcionamiento de equipo. Pero ganó con otro gol de Vázquez, llegó a la final y espera rival, sede y fecha para el partido que además de otra estrella, da paso a la Libertadores 2022.
Como se presumía fue un partido duro para jugarlo y mediocre para verlo. Boca no estuvo cómodo, el esquema 4-3-3 no le sentó bien, el equipo estuvo partido, para jugar con este sistema e intentar ser protagonista la defensa tiene que jugar adelantada, cerca del medio y presionar alto cuando la pelota se pierde. Obviamente tiene que estar muy trabajado y sincronizado. En cambio nuestra defensa tiende a retroceder por lo que las líneas quedan muy separadas y cuando hay que reiniciar el ataque faltaba un volante de juego (se extraña a Ramírez lesionado, Cardona o Molinas debieron haber ingresado antes, el colombiano lo hizo faltando pocos minutos). Tampoco se dispusieron de muchas situaciones para que Pavón o Villa corrieran por la banda. Solo Pavón en un par de ocasiones pudo hacerlo (fue defectuosa su asistencia a Vázquez que entraba para convertir) y de un tiro libre ejecutado por Villa vino el gol del centrodelantero. Fabra subió poco y nada y Advíncula sin ser una locura jugó su mejor partido desde que llegó a Boca, incluso estuvo a punto de convertir con un espléndido remate desde afuera del área que sacó el arquero rival.
Como no podía ser de otra manera, todo Argentinos reclamó un gol bien anulado por orsay en una jugada muy complicada para que el línea la advirtiera, pero lo hizo correctamente y gran parte de la prensa se mostró indignada porque cobró lo correcto. Una sin razón solo explicable porque el "beneficiado" es Boca. Si por el contrario no hubiera cobrado el orsay y convalidado el gol ilegítimo lo hubieran cubierto con "es una jugada difícil de advertir". Dan para reir y evitar insultarlos.
El próximo viernes 12 conoceremos el rival de la final, cuando en San Luis se enfrenten Talleres y Godoy Cruz. Luego de eso se sabrá la fecha ¿9 de diciembre? y la sede. Se estima que si gana Talleres será en Santiago del Estero y si lo hacen los mendocinos el Kempes de Córdoba. Sea uno o el otro. Sea aquí o allí, lo importante es que Boca estará en esa final y tendrá la oportunidad de terminar un año especialmente complicado de la misma manera que lo inició allá por, el pareciera tan lejano enero, con una vuelta olímpica.
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