Que pase el que sigue

Si alguien vio solo el primer tiempo del partido en Barinas, seguramente no entenderá que paso al enterarse del resultado final. Fue el peor primer tiempo del año de Boca, y quizás de lo peor del ciclo Arruabarrena.
Un Boca lento, previsible, inconexo, que quería dominar a través de la tenencia de la pelota, pero que no se movía, no rotaba, no cambiaba el ritmo y se entregaba manso a la precaria presión que ejercían los locales, que se pusieron en ventaja aprovechando un rebote largo que dio Sara (aunque con clara mano de Murillo que es el que termina metiendo la pelota) y no se fue ganando por dos tantos porque el travesaño le negó la posibilidad.
Algo paso en el vestuario en el entretiempo, porque además de los 2 cambios (Colazo y Castellani, por Monzón y Cristaldo), otro Boca salio a la cancha. El Boca que habitualmente vemos y que como hace 6 días bordo literalmente de la cancha a Zamora y le volvió a meter 5 goles. Dos de Colazo, dos de Martinez y el otro de Chavez, que ingreso por Carrizo promediando la etapa.
Si en el primer tiempo se había hecho todo mal, en el complemento se hizo todo bien. Los cambios fueron figuras y los que estaban levantaron de forma notable su nivel. Colazo brillo, Castellani pareció el jugador que se espero desde su llegada, Fuenzalida asistiendo, Meli imponiendo su ritmo, Martinez lastimando con la gambeta y definiendo, Calleri jugando y haciendo jugar a pesar que se le cerro el arco. Todos potenciandose unos con otros. Demasiado para un rival de muy bajo vuelo. Pero si para algo sirven estos rivales y rendimientos tan pobres como el del inicio es para mostrar que no se gana con la camiseta y que si no se juega a pleno, cualquier rival te complica.
El pase a octavos esta prácticamente asegurado. Solo falta la confirmación matemática (que el jueves Palestino no le gane a Wanderers), para que sea realidad dos fechas antes.
Todo viene bien, en la Copa y en el torneo local. Ya son 10 los partidos oficiales del año con 9 victorias y un empate. Y sobretodo con un juego que enamora. Para muestra, hoy, sin las principales figuras, regalando un tiempo e igual se volvió a festejar fuerte.
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