VUELVE

   Una sola palabra ha bastado para revolucionar el ánimo de todo el Mundo Boca. Vuelve.

    Vuelve el técnico más ganador de nuestra historia a sentarse en el banco, por tercera vez. Da por terminada la larga siesta de 8 años para volver a encabezar la ilusión de todos. Y si bien recién el lunes se tendrá la certeza definitiva del retorno, demasiadas señales nos indican que el largamente acariciado sueño de todos se realizará. Un solo dato, Marcelo “Popeye” Herrera, le comunicó ayer a la tarde al presidente del club jujeño que dirige que deja el cargo para acompañar al Virrey como ayudante de campo. Por lo que “el fin de semana de reflexión” es en realidad el tiempo que Bianchi necesita para conformar su nuevo cuerpo técnico.

   Varias reflexiones alrededor de este retorno:

• El poder de la gente: Hace solo diez días el retorno de Bianchi era una quimera. Es más se anunciaba el principio de acuerdo para la renovación de Falcioni por un año más. Pero bastó el masivo (y exagerado) repudio al técnico en el último partido en La Bombonera, y que ese repudio alcanzara también al presidente, para que todo se diera vuelta de campana. Y no solo La Bombonera bramó pidiendo el retorno de Bianchi (y de Román), también las encuestas en todos los medios digitales daban una aprobación al Virrey de más del 80%, y eso fue lo que allanó un camino que muy pocos creían (quien esto escribe no está incluido) pensaron que se podía transitar.
• El pragmatismo de la dirigencia: “Bianchi jamás volverá estando Angelici y el macrismo en el gobierno de Boca”, era una frase que se repetía cual una verdad revelada. Pero bastó con que el repudio de la gente hacia Falcioni se hiciera extensivo a la dirigencia en el palco oficial de La Bombonera para que la cosa cambiara  radicalmente. El mismo Macri que en los prolegómenos del frustrado arreglo con Falcioni desestimaba la posibilidad del retorno de Bianchi, debió públicamente a allanar el camino. Camino que por otra parte allanó sobremanera Angelici, pidiendo reunión cara a cara con el Virrey, para plantearle, justamente que Boca no ponía ninguna condición para su regreso, y que solo quería escuchar sus condiciones. “Realpolitik” en grado extremo.
• Las ganas de Bianchi: Cada vez que quedó vacante la dirección técnica de Boca, sea por convencimiento, sea para disimular ante la gente, siempre la dirigencia del club corrió a ofrecerle el cargo a Bianchi. Siempre se encontró con un no rotundo. Lo más cercano fue la aceptación del cargo de Manager en los albores de la presidencia de Ameal, y la experiencia no fue buena. Esta vez fue distinto desde el comienzo. Dicen las fuentes que desde la primera de las tres reuniones expresó las ganas de volver a trabajar, no encontró objeciones de la dirigencia y le aceptaron todo el plan de trabajo (tres años de contrato y manejo integral de todo el fútbol, profesional e inferiores). O sea todo listo para el desembarco.

    El Virrey arriesgará parte de su prestigio, pero igualmente nadie le cuestionará lo ya ganado. Todos deseamos ganar todo, pero bien sabemos lo aleatorio que puede llegar a ser el fútbol. Una noche de mala puntería y chau ilusiones (remember Once Caldas). Pero si de los resultados finales nadie puede estar seguro de antemano, si podemos garantizar que nos esperan años de protagonismo en todas las competencias, de un equipo dominante en la cancha, que puede llegar a perder, pero siempre dejando todo en la cancha, física y espiritualmente.

   Bienvenido Carlos Bianchi. El pueblo Xeneize está más que feliz con tu retorno.