Julio César Falcioni ya no será técnico de Boca. El club resolvió no renovarle el contrato que vence el 31-12-12 y por lo tanto el año 2013 comenzará con nuevo técnico.
Fue fundamental para esta determinación el masivo rechazo que el técnico cosechó en el último partido en La Bombonera, que tuvo como preludio las fuertísimas declaraciones de Riquelme, dos días antes, enfrentando al técnico y a la dirigencia, culpándolos de su salida del club.
Personalmente no comparto los insultos hacia el técnico, a pesar de sostener desde este blog desde hace rato, que el ciclo estaba terminado. Y no comparto los insultos porque creo que no se hizo merecedor de ellos en los 2 años que duró su ciclo.
Cierto es que, salvo la primer pretemporada, nunca Falcioni dejó de ser visto de reojo por la mayoría. Encima, cuando mejor le fue, en el Apertura 2011, ganado en forma invicta y con récord de valla menos vencida, tuvo que soportar el vendaval mediático que cuestionaba a un campeón incuestionable con el ridículo argumento “que jugaba feo”.
Cuando Falcioni llegó a Boca, el tema predominante era el promedio y el peligro de descenso. A los seis meses (pasado el Clausura 2011), y pese a acumular un invicto de 10 fechas, Boca tenía los mismos puntos en la tabla acumulada que San Lorenzo y le llevaba solo uno de ventaja a Independiente. La mayor parte del país futbolero nos auguraba un futuro de promoción. Tres torneos después, Boca está segundo en el promedio y encabeza dicha tabla para la próxima temporada. En el medio, la obtención del citado Apertura´11 en forma invicta, la Copa Argentina 2012, la final de la Libertadores y la clasificación para la próxima. Alguien puede argumentar que esto es lo mínimo a lo que puede aspirar Boca, pero no hay que olvidar de donde veníamos, y donde están los otros supuestos “grandes” para poner las cosas en contexto.
Estos son algunos argumentos para “defender” el ciclo Falcioni. Pero también, es verdad que en este último semestre perdió el rumbo. La abrupta salida de Riquelme fue un golpe que nos e superó. Caprichos varios (el doble 9, el aguante a Somoza y Chávez, entre varios desaguisados más), el bajo nivel de juego en la mayoría de los partidos, algunos de ellos vergonzosos (Vélez, River, entre otros), justifican plenamente el sentimiento de agotamiento hacia el ciclo que teníamos la mayoría.
Entonces, abogamos por un punto medio a los apasionados de siempre. Reconocimiento a Falcioni por los puntos ganados. Conciencia de que no daba para más, que le faltaba espalda para seguir.
Veremos quién toma la posta. El que todos queremos difícilmente sea. Ojalá me equivoque.
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