Llegados a la mitad del Inicial, Boca se encuentra empatando el segundo lugar con Vélez y Rácing, y a dos puntos de Newell´s, también en estos momentos está ingresando a la Libertadores del 2013. Hasta ahí los números parecen responder. Pero por lo visto ayer en el deslucido empate ante San Martín de San Juan, 1-1 en La Bombonera, jugando el segundo tiempo con un jugador más, y teniendo en cuenta el clima del final y avizorando lo que viene en el corto plazo, el panorama no da para mucho optimismo.
Es a esta altura ocioso analizar el partido minuto a minuto, Boca en todos los partidos de este torneo repite más o menos los mismos errores, sobre todo conceptuales y que nacen de un erróneo planteamiento del técnico.
Seis fechas le llevó a Falcioni darse cuenta que no se podía jugar con Pochi Chávez como enganche. Que una de dos, o le empezaba a dar rodaje a Paredes, “el único que me puede suceder” según Román, o jugaba un 4-4-2. Eligió lo segundo. Eso si, manteniendo el “doble 9”.
Pero si uno observa la formación de Boca que salió contra los sanjuaninos, es el típico equipo preparado para jugar de contra. Dos centrales altos para defender centros ajenos y pesar en el área rival, dos laterales veloces que suben, un mediocampo con dos “picapiedras”, uno de buen pie para la salida rápida y uno mixto, para compensar el doble 5, y dos tanques para luchar contra la defensa rival. El único problema es que Boca es el que tiene que atacar, entonces ese esquema hace agua por todos lados. Los delanteros se desgastan chocando contra rivales y entre ellos, les llega poca pelota al corazón del área y nada por abajo. Los laterales viajan y quedan huecos atrás. Los medios, como ofrecen poca solución de manejo, son salteados y el pelotazo abunda y con él la pelota dividida. Basta que el rival acierte algún pase entre líneas para que todo se complique. San Martín solo lo hizo una vez en todo el partido. Penal y gol para ellos y a remar la desventaja.
En el segundo tiempo, Falcioni con un par de cambios intentó arreglar varios de estos errores. Chávez por Rivero, más manejo y despegue hacia arriba y Paredes por Somoza, línea de tres en el medio, con Erviti como único 5, y vuelta al enganche. Tarde. Los sanjuaninos con uno menos se abroquelaron en su mitad del campo y se complicó mucho llegar con claridad entre un mar de piernas rivales solo preocupadas por despejar fuerte y lejos. Así con alguna que otra situación que pudo deparar la victoria se consumió el tiempo y se selló el empate, con sabor a derrota.
Ahora viene la parte más complicada del torneo: Belgrano, Estudiantes, el campeón del Nacional B, San Lorenzo, Colón, Newell´s, Vélez y Rácing. Paradas a cual más complicada una que otra. Hay material para mejorar, solo se necesita coherencia en los planteos y autocrítica sobre los encargados de hacerlo y sus rendimientos individuales. ¿Estará en condiciones Falcioni de hacerlo? ¿se dará cuenta que tiene que hacerlo?. Veremos como sigue esto. Por de pronto dudamos mucho que lo haga.
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