11/10/11

Mitad del camino recorrido

    Si dividimos el Apertura 2011 (19 fechas), en tres bloques de 5 partidos y uno de 4, estamos en la casi exacta mitad del mismo.

    Después de haber sumado 11 puntos en el primer bloque (3 triunfos y 2 empates), cosecha que parecía muy buena, la misma se ha mejorado en el segundo bloque, 13 puntos, producto de 4 triunfos y un empate.

   O sea, Boca sigue invicto, suma 24 puntos (sobre 30 posibles), ha marcado 12 goles y recibido solo 2, aventaja al perseguidor inmediato (Rafaela), por 5 puntos, por 6 al tercero (Rácing), por 7 al cuarto (Colón) y por 8 a un grupo numeroso de equipos (Lanús, Belgrano, Vélez, Tigre). Desde los números, el paraíso.

   En este bloque de 5 partidos, Boca venció a San Martín de S.J como local (1-0), a Lanús como visitante (2-1), a Estudiantes en casa (1-0), empató con Argentinos en La Paternal (0-0) y venció a Tigre en La Bombonera (1-0).

   Si bien las ventajas han sido siempre las mínimas, las diferencias en el desarrollo de los partidos a favor de Boca han sido notables. Justamente el único partido en donde realmente el equipo se salvó en forma angustiosa fue en el que no ganó, Argentinos Jrs. realmente mereció, sobre todo sobre el final del partido, llevarse el triunfo. ¿Suerte de campeón, quizás?.

   El equipo ha potenciado las virtudes que mostró en el primer tramo del torneo. Tremenda seguridad defensiva, administración racional de los recursos ofensivos en los pies de Román y encima cuenta a favor con la inestabilidad de los rivales que lo persiguen en la tabla. Esos, que pretenden seguir el tren, se destacan por una irregularidad llamativa que los lleva a quitarse puntos entre ellos, y a alternar buenas producciones con rendimientos apenas discretos con apenas una semana de diferencia.

   Boca basa su funcionamiento en el compromiso y la solidaridad de todos en la recuperación de la pelota. Ese compromiso empieza en Viatri y Mouche/Cvitanich, obstaculizando la salida del rival y permitiendo al resto del equipo acomodarse en la transición hacia la defensa . El bloque del medio campo, incluído Román (que también molesta al adversario en una versión de sacrificio que no se le veía desde hace mucho), está formado por Somoza, Erviti (corrido hacia la izquierda, abandonando el doble 5 del torneo pasado) y Rivero sobre la derecha. Estos dos últimos si bien tienen como prioridad la tarea defensiva, suelen incorporarse al ataque, aunque no con la regularidad que quizás pudiera pedirse. La defensa propiamente dicha, ha ganado en presencia y orden con la incorporación de Schiavi. Este junto a Insaurralde (lo ha ordenado como cuando jugaban juntos en Newell´s) forman un bloque muy sólido, que se complementa con  Roncaglia por derecha (es central, pero se está  adaptando más que satisfactoriamente a la banda), que prácticamente no sube, con lo cual hace más fácil la tarea del Flaco, que al no tener que cerrar casi nunca hacia la banda puede administrar mejor su energía (los 38 años pesan se quiera o no). Por la izquierda, Clemente, en la mayor parte de los partidos juega casi como un volante más y sus constantes proyecciones por la banda son la descarga favorita de Román. Todo este andamiaje se completa en Orión. Después de mucho tiempo parece que hemos encontrado el arquero indicado. Sobrio, con voz de mando, ordena el equipo desde atrás, y ha respondido con creces en las pocas veces por partido en que es llamado a intervenir. Arquero para equipo grande.

   Tanto equilibrio defensivo, necesariamente repercute en la producción ofensiva. Boca no llega al arco al adversario en la medida que quisiéramos, si bien no llega tan poco como indicarían los goles obtenidos. Uno de los mayores déficit del equipo es precisamente la falta de definición. Se generan no menos de 6 situaciones netas por partido, las que por una razón u otra se desperdician, con el consiguiente riesgo de no asegurar los partidos con anticipación. Por suerte la solidez defensiva ha permitido disimular este problema.

   Ofensivamente Boca depende en gran medida de la administración de pelota que haga Riquelme. Las subidas de Clemente son una de las principales vías de descarga para Román. Cuando juega Mouche, el desborde por las bandas es más factible que cuando lo hace Cvitanich que es más de moverse mucho, pero centralizando más el juego. Viatri no es un 9 clásico, referencia en el área. Sale mucho, le gusta entrar con pelota dominada. Eso tiene sus pro y sus contra. Para solucionar el problema de perder presencia en el área rival, habrá que aceitar los movimientos, para que, cuando Lucas salga, algún volante ataque ese espacio vacío. Algo de eso se ve en las subidas de Erviti (el segundo gol a Lanús es claro ejemplo) y en las de Rivero, pero son algo esporádicas.

   Entonces en la suma de la gran solidez defensiva y una aceptable producción ofensiva se basa el buen momento del Xeneize, mucho mejor que lo se podía prever al comienzo.

   Ahora se viene la parte decisiva del torneo. El próximo bloque de 5 partidos puede ser definitivo si se mantiene el ritmo de puntos conseguidos como hasta ahora. Se vienen Belgrano en casa, Colón en Santa Fe, Rafaela como locales, Vélez en el Fortín y Rácing en La Bombonera. Los cinco en el lote de expectantes, tal vez sea Vélez el más alejado y sobre todo porque sigue en la Copa Sudamericana, que parece ser prioridad, pero también al igual que los demás, de extremo cuidado.

   Será cuestión de mantener lo mucho bueno como hasta ahora, y mejorar, sobre todo en ofensiva y definición, casi nada, para que la ilusión que tenemos por todo lo alto, se vaya cristalizando.

  

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