Era un niño cuando miraba en el tv blanco y negro al Boca del Toto Lorenzo. Aquel Boca se destacaba por su solidez, cuando se ponía en ventaja, difícilmente se le escapa la victoria. Así logró el bicampeonato 1976, las Libertadores 77 y 78, la Intercontinental (de visitante en Alemania) y llegó a la final de la Libertadores 79. Cuando se hablaba (y criticaba ferozmente del lado de la contra) de ese equipo, mi viejo (gracias eternas por hacerme bostero), lo comparaba con el de 1962. Decía que era casi imposible meterle un gol, tanto que solo recibió 18 en 28 partidos y obviamente fue campeón.
¿A que viene todo esto?. A que se me vinieron todos estos recuerdos viendo ayer la victoria ante Tigre 1-0 y el despegue a 5 puntos del segundo, Rafaela, que esta victoria produjo en la tabla de posiciones.
Tenía Boca enfrente, a uno de los equipos que mejor fútbol venía desplegando, (el mejor, según Román, que algo sabe del tema) y sin embargo Tigre se vio empequeñecido, reducido a la nada ofensivamente, más o menos lo mismo que le sucedió a Lanús, por citar a otro de los que enfrentamos y que llegaba a ese partido con el rótulo de candidato.
Y eso que los visitantes salieron con muchas pretensiones. Línea de 3, muchos volantes, un enganche que se sumaba al medio, y dos delanteros. De entrada intentó copar el medio y jugar el partido en el campo de Boca. Lo consiguió de a ratos, nunca generó peligro para Orión, salvo algún tiro de larga distancia o algún borbollón en el área producto de alguna pelota parada. Nunca pudo encontrar mal parado a Boca, ni sorprenderlo de contra ataque. Mérito grande del andamiaje Xeneize.
Boca se ha hecho fuerte desde lo defensivo. El compromiso de todos y la solidaridad se muestran en que Viatri y Mouche son los primeros defensores, obstaculizando la salida adversaria, los obligan a perder tiempo, dar rodeos, que hacen que el resto del equipo espere bien parado. El medio además muerde mucho, presiona, si hasta Román vio la amarilla por raspar a un rival. Y si a esto se le suma todo lo que defensa a ganado en presencia y seguridad con la inclusión del Flaco Schiavi, se entiende que Orión esté tranquilo y solo haya soportado 2 goles en 10 partidos (uno de tiro libre, el otro en contra).
Ofensivamente no fue un gran partido. Todo lo bueno pasó por los pies de Román, que estuvo algo intermitente. De todas maneras de una avivada suya en un tiro libre intrascendente (como ve la cancha este muchacho, no deja de sorprender partido a partido) llegó el gol a poco de iniciado el partido. Se extraña a Cvitanich (volvería en la próxima) y Viatri se desdobla y sale mucho del área con lo cual se pierde esa referencia. Erviti estuvo más preocupado en el equilibrio defensivo que en ser socio de Román y Clemente no subió tanto como en otros partidos. Así en el primer tiempo poco y nada llegó Boca después del gol, y en el segundo, en el que si llegó mucho más no estuvo preciso como para liquidar el partido con anticipación y quedar a salvo de algún sofocón, que por suerte y por las virtudes defensivas ya citadas, no se produjo.
Ha pasado la mitad del torneo y la situación es óptima. Invictos, 5 puntos de ventaja y una solidez que invita a la ilusión. Falta mejorar la faz ofensiva para ser un equipo con brillo. Por ahora, Boca es un equipo serio. No es poca cosa viniendo de donde venimos.
AL TOTO NO SE LE ESCAPABA UNA!
ResponderEliminarTODOS LOS DETALLES PRESENTES!
¿Te acordás Sergio?, tremendo el Toto y escuchar las anecdotas de las locuras que hacia es imperdible
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