Propensión al mamarracho

   Históricamente el fútbol argentino ha tenido una atracción irresistible al mamarracho, cuando no al papelón. Hubo un Campeonato a 3 ruedas allá por 1936, hubo campeonatos cargados de equipos, los hubo con clasificaciones a liguillas, a ruedas campeonatos, Nacionales sin equivalencias, en fin ha habido de todo.

   Desde la implementación del Nacional B, a mediados de la década del ´80, los cambios habían dejado de ser abruptos y solo se habían limitado al maquillaje de los torneos cortos a partir de 1990 (Apertura y Clausura, con una final entre los ganadores en un comienzo y dos campeones anuales a partir del Apertura´91). Esto ya de por si era un incongruencia, pues para el ingreso a las Copas y los descensos se seguía rigiendo con el torneo anual y también había que lidiar con los promedios habilitados a partir del descenso de San Lorenzo y que habían evitado un par de veces un descenso importante. Pero estas incongruencias al lado de lo que se cocina en estos momentos es juego de niños.

   Bastó para que el “Gran Protegido del Fútbol Argentino” descendiera (¡¡¡¡pecado mortal!!!!) para que todo volara por los aires.

   Primero el apresuramiento para anunciar la exculpación de cualquier sanción por los gravísimos incidentes que protagonizaron sus ¿hinchas? (invasión de cancha en Córdoba y agresión a sus propios jugadores, destrucción del propio estadio y de los alrededores y amenaza de vida al árbitro con anuencia de la dirigencia del club). No quita de pts. pese a los antecedentes que condenaron prácticamente al descenso a Nueva Chicago y Almirante Brown por hechos similares (18 puntos quitados). No suspensión del Monumental, cosa de no creer. Prematuro aviso que se le mantendría los ingresos televisivos, desesperación por apropiarse de la televisación por pantalla abierta y demás cositas se vivieron no bien consumado el descenso.

   No conforme con esto, el presidente del club descendido fue recibido al más alto nivel político del país, en una reunión de la que poco se supo sobre lo que se habló. Ahora está claro, la promesa que ese equipo no debía jugar en la B.

   Y entonces armaron este verdadero despropósito. Un campeonato de 38 equipos producto de la fusión del torneo de Primera División y del Nacional B.

   Chau a los Aperturas y Clausuras, a los promedios y las promociones. Bienvenidos al reino de la sin razón. Solo 2 países del Mundo FIFA tienen torneos de más de 30 equipos. Madagascar y el Congo. A esa exclusiva elite entraremos en un año.

   ¿Tan equivocados estarán España, Italia, Inglaterra, Francia, Alemania, Brasil, Uruguay, Chile, etc. ? ¿Tan equivocados estaremos los hinchas que en cualquier encuesta, en cualquier sitio generamos un rechazo de más del 80% al nuevo torneo, y esto incluye a los hinchas de los “beneficiados”?. ¿Tan ciegos y alejados de la realidad están los dirigentes de nuestro fútbol que aprueban este despropósito?.

   Una vez más la política metida a hacer negocios donde no corresponde se traduce en estas aberraciones.

   Desde ahora y hasta octubre se intentará pulir el esperpento. Que 5 zonas de 8, que 2 de 19 con interzonales, que Torneo Campeonato, que Torneo Permanencia. Toda una gran locura. Y encima de todo, el supuesto gran beneficiado igual deberá jugar un año en el extinto a corto plazo Nacional B y ni siquiera le dejan el orgullo deportivo de ascender por sus propios méritos.

   Pero lo peor será a mediano plazo. En el momento en que se empiece a recobrar la cordura, y se intente volver a un campeonato lógico y normal de 20 equipos. Será todo un espectáculo ver como van a justificar el descenso masivo de 18 equipos. Seguramente intentarán escapar hacia arriba inventando una “Premier League” a la argentina. Pero para eso falta, será otra payasada a futuro. Por ahora se debe convivir con este nuevo engendro, que demuestra otra vez nuestra propensión al mamarracho.