Dos derrotas al hilo al comenzar el torneo no estaba en los cálculos ni del más pesimista. Hace un mes se analizaba la ventaja a sacar en el primer tramo del campeonato para después poder tirarnos a ganar Copa y Campeonato. Transcurridas tres fechas el panorama es bien distinto.
Después de la derrota como local ante Newell´s y la victoria en la misma condición ante el Cuenca, con las ausencias ya anunciadas, por lesión de Román y Morel, para visitar a Lanús, Ischia dispuso un cambio de dibujo táctico.
Con la intención de aprovechar la cancha rápida por las lluvias del sábado y domingo, plantó un equipo con defensa y medio reforzados y salida rápida para aprovechar la contra. Es así que alineó una línea con tres centrales, Roncaglia, Cáceres y Forín, una línea de cuatro en el medio, con Ibarra y Krupoviesa como volantes laterales, Sebas y Vargas como centrales, Gracián de enganche, y arriba la velocidad de Noir y Rodrigo. Buena la intención, bueno el planteo, lástima que solo duró tres minutos.
Tres fueron los minutos que necesitó el local para llegar por primera vez de contra, salida rápida del arquero, tres toques y gol de Salvio. Y cambió todo. Lanús uno de los equipos más inteligentes de la Argentina, más allá que guardó a varios titulares por estar disputando la Copa y que le faltó Sand por sanción disciplinaria, se cerraron bien atrás y trataron de aprovechar la salida rápida, lo que les dio algunas chances de aumentar la ventaja, la más clara la tuvo Valery estrellando su remate en el palo, con el Pato sin asunto.
Boca dominó campo y balón, pero le costó horrores generar situaciones de riesgo. Las tuvo, y fueron varias, dos mano a mano, uno de Noir, otro de Viatri (ingresado en el segundo tiempo junto con Palermo y Gaitán), un cabezazo - misil de Martín muy cerca, un par de tiros de afuera de Gracián, pero no estuvieron en consonancia con el dominio territorial del equipo. Y así se fue pasando el tiempo y diluyendo las chances de rescatar puntos en esta excursión.
No se jugó taaan mal. Pero si ha sido llamativo el bajo nivel de algunas individualidades. Rodrigo a años luz del que supo ser, no desequilibra en velocidad, ni en el mano a mano, Krupoviesa, incapaz de realizar un centro decente, Noir, intrascendente, desperdició tirando al cuerpo de Bossio la única que tuvo, Gracián, un canto a la apatía, Viatri, peleado con el arco. Bien Cáceres, bien Forlín, con salida criteriosa, muy bien Ibarra durante todo el partido, como salida, faltándole tal vez algo de justeza en el momento de dar la puntada final de la jugada, Sebas se comió el mediocampo como siempre y la figura, hoy, sin dudas, el colombiano Vargas, que hizo de todo y todo bien, solo le falto el último toque en el área rival, pero eso es ya pedirle demasiado a su incesante despliegue.
En fin, derrota que duele. Segunda al hilo que preocupa. Nada como rasgarse vestiduras ni pedir locuras. Pero las luces amarillas están encendidas, ojalá vuelvan pronto al verde y no pasen por mucho tiempo al rojo peligro.
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