14/2/22

La confianza mata puntos

Debut con empate en un gol en el debut en esta Copa de la Liga ante Colón en la Bombonera. Una Bombonera que lució hermosa en las tribunas y con un campo de juego en un estado muy malo, producto de los trabajos sobre los drenajes, pero en un mal estado al fin. 

Afuera era una fiesta antes y durante gran parte del partido. Se ovacionó al Pipa por su vuelta y el Pipa agradeció rapidito con un gol. Se aplaudió de pie y justificadamente al dt rival, el paso de Falcioni por Boca no debe ser olvidado y más aún, debe ser revalorizado. Lamentablemente el equipo por él dirigido nos amargó al final.

Y nos amargó más por culpas propias que por méritos de ellos. Porque a un primer tiempo difícil y trabado, con Colón llenando de gente el medio y buscando la contra con espacios, Boca logró destrabarlo promediando la etapa con una presión alta, recuperación de Villa, centro picante y Pipa elevándose a lo Cristiano Ronaldo el 1-0. El resto de la etapa y sobre todo gran parte del segundo tiempo, Boca se regodeó con la impotencia de Colón para arrimarse a empatar, ahora obligado a atacar, y se conformó con retener la pelota, apostó a una contra que no llegó y se sintió cómodo dejando pasar los minutos.

Tan cómodo con el ritmo cansino que hasta Battaglia se durmió con los cambios y, con el diario del lunes, no fueron los que pedía el partido. Boca tenía dos caminos, o ir a liquidarlo poniendo a Molinas, o cerrarlo en el medio con el ingreso, por caso, del Pulpo. Pero optó por sacar a Villa (figura hasta ese momento) por Zeballos y a Benedetto, cansado, por Vázquez. No solo no cambió la tónica del partido, si no que a falta de 5 minutos, un corner para el rival, un zapallazo de taco del Pulga (queda como genialidad porque tuvo la suerte de caer a un lugar vacío y un delantero convierte) y el empate de Colón. 

Ahí se acordó de poner a Molinas por Salvio, pero ya no había tiempo por más ganas que puso el pibe.

Un empate que deja un gusto amargo, sin por eso dramatizar el tema. Esto recién empieza, no hay tiempo para lamentos porque en 48 horas se juega en Mar del Plata. Lo que sí hay que ser conscientes que hay que mejorar bastante y sobre todo, reconsiderar la posición de Salvio, da la impresión que el 4-3-3 hace que Boca se quede corto en el medio, se puede solucionar con otro volante o modificando la posición de Salvio, de cualquiera de las dos maneras hay que trabajar el tema, porque se puede sufrir aún más en otros partidos.

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