¿Ganamos 1 o perdimos 2 puntos?

Miremos el vaso medio lleno. Quedémonos con un Boca que aunque sea en el último suspiro pudo revertir un resultado a todas luces injusto, resultado al que se había llegado por un nuevo error en las marcas en un centro que caería llovido al área. Una vez más falló la marca en zona adelantada, alguien quedó enganchado, Rossi no salió bien y en la primer llegada de ellos sobre la media hora del primer tiempo se ponían en ventaja. 
Antes de eso, Boca experimentó una leve mejoría respecto a lo del miércoles, sin ser una gran demostración al menos se dominaba el juego y se habían creado algunas opciones de gol. Luego de la desventaja y hasta el final del primer tiempo, primó la confusión y daba para pensar que una vez más las cosas se complicarían mucho.
En el segundo tiempo el revulsivo fue el ingreso Bebelo Reynoso por Jara, pasando Nandez a la posición de marcador de punta. El jóven ex Talleres jugó sus mejores minutos en Boca. Le dio al equipo frescura, pausa y profundidad, a pesar que le falto a su lado un mejor rendimiento tanto de Pablo Pérez como de Carlitos, ambos de partido tan flojo como el anterior. Pero la buena presencia de Bebelo no se traducía en la red. O la sacaba el arquero, o pegaba en alguno, o la sacaban en la línea. En el último intento de perdido por perdido faltando un cuarto de hora entró Bou por Más. Literalmente Boca marcó mano a mano en el fondo con los dos centrales. Pudo ser un suicidio pero salió bien, porque ya en el descuento, Bou empujó una pelota que andaba boyando por el área chica y puso algo de justicia en el marcador.
Por suerte viene el parate por la fecha Fifa. Lo necesitamos con urgencia para poner paños fríos, calmar los ánimos y prepararnos para un abril decisivo, que se abrirá el primer día recibiendo a Talleres, el escolta que ahora está a 6 puntos, en un partido que puede complicar todo o despejar el camino al bicampeonato. Pinta para ser una final y una buena oportunidad para que se revierta la historia de un plantel que parece flaquear en los partidos decisivos, aunque cuando estos han sido por el torneo local, por lo general han salido airosos