Costo mucho el primer tiempo con un rival que puso a todo su equipo en su campo y solo atinaba a apostar a una contra afortunada. Se llegó poco y faltaba movilidad, todo demasiado enmarañado.
Cambio Boca en el segundo tiempo. Pavón paso a la izquierda y pudo, por fin, ser desequilibrante. De hecho promediando la etapa, cuando ya el arquero visitante era figura le cometen el claro penal que convierte Cardona y que parecía destrabar el partido. Chiarini siguió siendo figura, Rossi un espectador, pero el resultado no se ampliaba y ya se sabe lo que pasa cuando se erran demasiados goles.
En deja vu del partido ante Patronato del torneo pasado, a dos minutos del final, en su única llegada del partido, empata Tigre. Baldazo de agua fria y fantasmas revoloteando. Quedaba la prórroga de 5 minutos y ahí Boca mostró pasta de campeón. Con lo que quedaba de energía se fue encima del rival, pero sin perder la cabeza. Se lo perdió Bebelo a los 48', recupera la pelota Barrios en la puerta del área, habilita a Wanchope por izquierda y este lúcido no define sobre el arquero y prefiere el centro rasante para que lo defina Jara con el arco vacío. Locura, éxtasis, triunfo a lo Boca. Como nos gusta, como se disfruta más.
Consagratoria actuación de Barrios, haciendo todo bien y demostrando que es el único realmente irreemplazable del equipo. También gran partido de Jara coronado (bien merecidamente) con el gol del triunfo y un buen segundo tiempo de Cardona, que, más retrasado tiene una influencia positiva muy superior a cuando se para de extremo.
En 4 días nos veremos las caras con ellos definiendo un título luego de 42 años. Desde ahora nada importa más que eso. Llegamos con buenas sensaciones y parece que con el equipo mentalizado sobre la importancia de lo que estará en juego. Ellos lo plantearan como una guerra. Es bueno saberlo, estar preparados y obrar en consecuencia.
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