HISTORICO

1924. Hacia poco había terminado la Gran Guerra. Faltaban 15 años para que otra gran guerra obligara a llamarla a esta Primera Guerra Mundial. Faltaban 5 años para el crack del 29 que abriria el camino a la Gran Depresión. Acá gobernaba Alvear y nadie imaginaba que pudieran haber golpes de estado. Faltaban 6 años para el primero. Habia tranvías y pocos autos. El empedrado mandaba. El teléfono un lujo de pocos y la radio casi otro tanto. Faltaban 12 años para que existiera el obelisco. Boca Jrs había obtenido su primer título 5 años antes, y solo faltaba un año para la legendaria gira europea. Ese año 1924 comenzo a puro triunfo (fueron 13 en línea), y tuvieron que pasar nada más que 93 años para que Boca vuelva a ganar los primeros 6 partidos de un campeonato. Casi un siglo después. Otro mundo, otra forma de vida. La misma alegría y pasión que entonces.
Y este sexto al hilo llegó en un contexto adverso, y así y todo llegó. Como se preveía Boca extrañó mucho a Gago y encima sin Cardona careció de la pausa y la cabeza fría para manejar los tiempos del juego.  Fue rápido y vertical. Muchas veces pecó de apuro, dividió demasiado y facilitó sobre todo en el primer tiempo el planteo básico pero efectivo en ese lapsobde Patronato. Los entrerrianos presionaron sobre el medio. Marca encima de Barrios y fiereza para cortar a Pérez y Nandez con lo que partían a Boca, obligando a los centrales a tirar pelotazos o a los laterales a trasladar y arriesgar mucho. Por ende los delanteros quedaban aislados y poco podían pesar. Una vez que cumplían esa fase, los locales buscaban salir rápidos cuando recuperaban la pelota, abriendo la cancha y terminando en centros cruzados que nunca llevaron riesgo cierto. En ese rubro solo pueden contar como peligroso un disparo de media distancia que Rossi mando al corner. Demasiado poco.
Si Boca estuvo incómodo en el primer tiempo, al comenzar el segundo tiempo pareció asentarse mejor. Encima a poco del inicio una pelota en cortada que Benedetto (en un tributo a Gago) le pone a Pavón y este, mitad por enjundia, mitad con suerte la manda adentro y todo se simplificó. Obligado a cambiar sus planes, Patronato no supo ni tuvo como hacerlo. Boca, si algo se le puede reprochar no parecía efectivo para liquidar el partido con otro gol. Tuvo que pasar media hora para que un jugadón de Fabra (gran figura en el segundo tiempo) fuera empujado abajo del arco por el Pipa (otra vez de gran actuación) y decretara el 2-0 final.
De cara a lo que viene veremos como rearma el equipo Guillermo ante la vuelta de Cardona. Lo lógico seria un 4-3-1-2 con el colombiano como enganche suelto. Lo bueno que habra dos semanas para trabajarlo por el parate de las elecciones nacional.
Arranque majestuoso. 6 jugados, 6 ganados, 6 puntos de ventaja. De todos modos falta demasiado camino como para confiarse y creersela. A no aflojar y en diciembre, con medio torneo jugado veremos donde estamos de cara a la parte final que será el año que viene y jugando la Libertadores al mismo tiempo.