La postal del final anula cualquier comentario y análisis. Un puñado de camisetas auriazules amontonadas en el medio de la cancha, saltando y cantando el "riBer decime que se siente haber jugado el Nacional....." devenido en moderno himno, rodeados de una silenciosa multitud de blanco y rojo, cual un "replay" de hace 9 años.
Se volvió a ganar en Nuñez después de 5 años, se volvieron a ganar dos partidos al hilo después de casi un año, se llego al meridiano del campeonato y a 4 puntos de la punta, Boca puede soñar todavía.
Entonces poco importa lo sucedido. Que llegamos tocados, con muchas lesiones y cambios, con dos titulares que llegaron forzados de sendos desgarros, con Román y Gago reemplazados antes del final del partido. Que ellos presionaron de entrada. Que cuando lo emparejamos pegamos en el momento justo (grande Puma definiendo, grande Burrito desbordando, grande Román manejando la jugada). Que lo pudimos liquidar ni bien empezó el segundo tiempo pero el palo le dijo que no otra vez al Burrito. Que esos palos nos ayudaron dos veces cuando ellos se vinieron a los ponchazos a empatar o morir.
Poco importan a esta altura los rendimientos y el despliegue. Que no fue el mejor partido de Gago y de Román, que nos costo superar la presión de ellos en el medio. Que la defensa respondió bien de abajo y de arriba. Que Orión es el mejor arquero del país. Y que el segundo mejor arquero es Barovero. Que el Burrito rego con sudor la cancha. Que Gigliotti va camino a ser goleador temible.
Nada de esto es importante a esta hora, como lo seria en cualquier otro partido. Les ganamos en la cancha de ellos. Enmudecimos un estadio completo.
"riBer decime que se siente haber jugado el Nacional, te juro que aunque pasen los años nunca nos vamos a olvidar, que te fuistes a la B, quemaste el Monumental, esa mancha no se borra nunca mas...."
Enviado desde mi BlackBerry de Movistar (http://www.movistar.com.ar)
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