Algo más que tres puntos.

   Algunos números para poner en contexto la victoria ante Newell´s Old Boys, en Rosario, por 1-0 (Mouche a poco del final del partido).

   Boca está puntero del campeonato junto a Vélez, Rácing y Lanús. No era puntero desde hace 77 fechas, esto es más de 2 temporadas completas, 4 torneos cortos.

   Boca acumula una racha de 13 partidos sin perder (6 victorias y 7 empates). Hay que retroceder varios años atrás para encontrar una racha semejante.

   Boca tiene la valla invicta en lo que va del torneo (3 fechas). Hay que retroceder al Apertura 2004 para encontrar un comienzo similar (aunque mejor no recordar como siguió aquel torneo, ojalá este sea mucho mejor).

    Volvió a ganar a Newell´s en Rosario después de 3 años (Apertura 2008, 4-2)

   Todo esto viene a colación de la innegable mejoría del equipo, que de hecho viene de menor a mayor hasta ahora en este torneo. Que falta y mucho no es ninguna novedad, pero de a un paso por vez se recorren los caminos más largos.

   Tomando en cuenta el anterior partido como visitante (Olimpo en la primer fecha), lo de ayer fue de un nivel muy superior. Claro que el punto de comparación, el partido en Bahía, es de una pobreza franciscana.

   El hecho es que el equipo, ante un rival a priori superior al de las dos fechas anteriores, volvió a mostrar una interesante prestación defensiva. Solo tres situaciones claras de gol tuvo el rival y la respuesta de Orión en todas fue muy buena, como fue de destacar la sobriedad con que descolgó todos los centros que le llegaron. Quizás el punto más flojo es la dupla de centrales a la hora de salir jugando, los pelotazos a dividir de Schiavi e Insaurralde ya parecen marca registrada. Punto a mejorar con urgencia. Los laterales y sobre todo Roncaglia en el primer tiempo tuvieron una buena actuación. Más que destacable el partido de Somoza, de a poco está volviendo a ser el que Boca fue a buscar y también destacable el despliegue de Erviti. Lejos todavía de lo que se espera, pero mejorando de a poco. Román, demasiado impreciso quizás, pero siempre moviendo los hilos y organizando el equipo, es el técnico dentro de la cancha. Y para destacar el partido de Viatri. De alto vuelo. Se mueve continuamente, sale del área, crea huecos, colabora en defensa (cumple la función de Martín en las pelotas paradas que caen en el área Xeneize). De sus pies había salido la más clara situación de gol cuando el partido se moría en un cero a cero inmodificable (tremenda atajada de Peratta sobre un palo), y de sus pies nace una asistencia riquelmeana para que Mouche (reemplazante de un voluntarioso y embarullado Cvitanich) liquidara el partido.

    En resumen, vimos un Boca bien parado, que por largos pasajes dominó campo y pelota, que no sufrió demasiado y llegó en una interesante cantidad de oportunidades, que intentó progresar en el campo a base de toques cortos y movilidad, que atacó bien por los dos costados y terminó sometiendo a un rival complicado en una cancha históricamente difícil.

   Algo de mérito tendremos que empezar a darle a un técnico al que hemos demolido con críticas. Sea por haber acertado en los puestos a reforzar, en los refuerzos a traer, en haber encontrado una base o en darle confianza a un equipo y permitirles entenderse cada vez más, el tema es que estamos asistiendo a un comienzo de campeonato quizás mejor al esperado o quizás acorde a la jerarquía de los jugadores.

   Falta mucho. No se puede pensar que esto sea todo. Pero de a poco se llega a mucho. Vienen 2 partidos que nos darán la pauta de donde estamos parados. Ojalá en 15 días sigamos con este optimismo.