Equipo paradójico Boca. Pasó de un verano ilusionante, a una primera mitad de torneo decepcionante. Hundido en el fondo de la tabla, jugando sabrá Dios a qué, mirando de reojo y con preocupación la tabla de promedios de la próxima temporada. Y sin embargo, desde los números, todo se viene dando vuelta en la segunda mitad del Clausura. Con la victoria de hace minutos ante Newell´s en La Bombonera, por 1-0, ha enhebrado el séptimo partido consecutivo sin perder. La tabla de promedios futura está dejando de ser una preocupación en la medida que ya se están sumando 97 puntos para la próxima temporada (los que están más que asustados por el Fantasma de la B, empezaron esta temporada con 13 puntos menos), se está a 1 punto de entrar en zona de Copa Sudamericana y nos estamos lamentando algunos empates que pudieron ser triunfos (Independiente por ejemplo), puntos que si se hubieran sumado nos harían soñar con campeonar, incluso.
Ahora bien, todo este panorama halagador del lado de los números, ¿tiene su correlato en el juego del equipo?. Lamentablemente no. Se ha mejorado, es cierto, pero se está muy lejos de las expectativas que tiene que generar Boca. Un poco por falencias colectivas, y mucho por fracasos individuales, de los que Erviti es el ejemplo más acabado, pero no el único.
Esta tarde, se dio un partido para ganarlo por goleada. Newell´s demostró acabadamente porque es el último de la tabla. Un equipo desangelado, sin cohesión en las líneas, que solo atinó a amontonar gente atrás durante al menos 80´, amontonamiento que en ningún momento evitó las llegadas de Boca, que se producían más por impericia de la defensa que por virtudes propias. Que el primer tiempo debió finalizar con una goleada tranquilizadora era un hecho. Pero fue 0-0, con penal errado (atajado) por Martín, que además, por poco, falló tres opciones claras de gol más. Un empate que llenaba de preocupación, más que nada por la nula prestación del rival.
En el segundo tiempo, el partido se destrabó en pocos minutos. Un horror defensivo poco creíble en profesionales dejó a Martín solo, y ahora sí fue gol inapelable. A partir de entonces Boca llegó poco y nada cuando tenía todo para liquidarlo y Newell´s se acordó en los últimos minutos que tenía que buscar el empate, se adelantó y no generó gran cosa, pero preocupó con algunos centros, que ya sabemos como le duelen a la defensa Xeneize.
Al final fueron, tres puntos, más que importantes. A esta altura de la tarde, cuando faltan todavía jugarse 4 partidos, estamos entreverados en el lote de arriba. Quedan 9 puntos en juego, con lo mediocre que está hoy por hoy el fútbol argentino, ¿qué pasa si los ganamos, más allá de lo feo que jugamos?
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