9/11/22

El movidito 2022

 Fue un año intenso de principio a fin. Con altibajos, con alegrías y tristezas, pero al final con un balance positivo sobre lo que realizó el equipo.

El final del 2021 trajo la estrella 69 con la obtención de la Copa Argentina y la ratificación de Sebastián Battaglia en el cargo de dt luego de haber asumido luego de la salida de Russo a mitad de año.

Enero arrancó con 3 amistosos y 3 triunfos, ante Colo Colo (2-0), U de Chile (3-2) y San Lorenzo (1-0). Un panorama óptimo desde los resultados y desde la incorporaciones, pues volvieron al club Benedetto y Pol Fernández, se adquirió el pase de Figal y una apuesta como el juvenil arquero Brey que procedente de Los Andes ha rendido en gran forma en la Reserva. Se fueron Wanchope, Cardona, Bou, Obando y Lisandro López, además de varios juveniles que salieron a préstamo.

La Copa de la Liga fue el primer torneo en jugarse. Se disputaba en 2 zonas de 14 equipos y clasificaban los 4 primeros.

Boca arrancó empatando con Colón (1-1) en casa, triunfando 2-1 en Mar del Plata ante el Aldosivi que entonces dirigía Martín Palermo, derrotó como local 2-1 a Rosario Central y empató en 2 ante Independiente en Avellaneda. Hasta ahí impecable desde los números y con muchas dudas en el juego. Esas dudas se acrecientan con la derrota como local ante Huracán y teniendo en cuenta que se venían partidos muy exigentes. Sin embargo Boca derrota al "cuco" del momento, Estudiantes, como visitante (1-0) y por el mismo resultado y la misma condición vence en el clásico. Con estos dos resultados, un Battaglia que ya venía cuestionado por el juego, toma aire y espalda y eso le permite sortear 4 empates consecutivos que lo dejan tambaleando en el cargo. Ante Arsenal como local 2-2, en cero ante Velez en Liniers, en 1 ante Lanús y Godoy Cruz ambos como local. 

Los rumores de la salida del dt arreciaban luego del empate ante los mendocinos. El equipo había dejado una imagen pésima y solo la gran actuación de Javi García que ocupó el arco evitaron una derrota. Pero algo pasó luego de este partido. Se habló de una reunión a solas del plantel con Riquelme, se dijo que se dijeron todo lo que tenían guardado, lo cierto es que a partir de ese partido se vio otro Boca, tanto en esta Copa como en la Libertadores, que por entonces se estaba jugando en forma paralela.

En forma paralela a esos 4 empates consecutivos mencionados, se había debutado en la Libertadores con una derrota dolorosa en Colombia por 2-0 ante Deportivo Cali. Teniendo en cuenta que había que ir a la altura de La Paz y a jugar a San Pablo, era un comienzo preocupante. Por suerte una semana después en La Bombonera se pudo vencer al Always Ready y más o menos enderezar el barco, que vuelve a complicarse cuando 2 semanas depués se vuelve a perder en Brasil 2-0 ante Corinthians. No había margen de error y había que viajar a La Paz. Sin embargo Boca se vuelve con los 3 puntos desde la altura y con eso, más o menos encarrila la clasificación, a falta de dos partidos como local. Sin embargo, promediando mayo, un nuevo empate, esta vez 1-1 ante Corinthians en casa, a pesar de haber jugado mucho mejor que el rival, vuelve a comprometer todo. Boca llega a la última fecha del grupo como tercero, obligado a ganar para clasificar como segundo, porque se suponía que Corinthians daría cuenta con facilidad de los bolivianos. Pero....el fútbol es fútbol y por lo tanto impredecible. Boca sin sobrarle nada y con sufrimiento vence 1-0 al Cali, pero los brasileños empatan en 2 con Always Ready por lo que imprevistamente Boca gana el grupo.

Pero al mismo tiempo que se definía el grupo de la Libertadores, Boca estaba también definiendo la Copa de la Liga. Al mencionado empate ante Godoy Cruz y el tembladeral que produjo, siguieron las victorias ante Central Córdoba (2-1) en Santiago del Estero, ante Barracas (2-0) en casa y ante Tigre (2-0) como visitante. Se aseguró el segundo lugar del grupo detrás de Estudiantes y había que enfrentar al tercero de la otra zona, el Defensa y Justicia de Beccaccese, al que se venció claramente por 2-0, pasando a semifinales, donde esperaba el Racing de Gago, por entonces el equipo mimado de la prensa, sobre todo luego de la rápida eliminación del equipo fetiche de todo el establishment periodístico, los galácticos de Gallardo. Esa semifinal fue controversial, Boca no jugó bien "no pateó al arco" remarcaron todos, pero Racing tampoco fue una maravilla al punto que empataron en 0, fueron a penales y ahí Rossi impuso su ley y Boca pasó a la final.

El punto de exigencia de esta temporada lo marca el hecho que esa final se jugó 4 días antes de jugarse a todo o nada para clasificar en el grupo de Libertadores. O sea nada de guardar ni rotar, todos por todo. Y fue todo. Solo 96 horas antes de la comentada clasificación ante el Cali, Boca se consagró campeón de la Copa de la Liga venciendo sin atenuantes a Tigre por 3-0, en el seguramente mejor partido de todo el ciclo de Battaglia.

Boca terminaba así el semestre como campeón local y clasificado a octavos de final de la Libertadores. Paralelamente se habia avanzado una ronda en la Copa Argentina goleando a Central Córdoba de Rosario por 4-0. Todo parecía encarrilado para tener un gran segundo semestre....pero pasaron cosas...

Como el Mundial se juega en Noviembre/Diciembre por primera vez en la historia, todos los calendarios quedaron trastocados por este evento, y por ende no hubo tiempo para festejos. Ya el 5 de junio hubo que debutar por el Torneo de la Liga y fue con éxito en casa ante Arsenal por 2-1. Tres días después, por Copa Argentina, en 16 avos de final se venció a Ferro por 1-0. Impecable inicio, pero la cabeza de todos estaba enfocada en 20 días más adelante cuando hubiera que volver a enfrentar a Corinthians, esta vez por los octavos de final de la Libertadores. 

En el mientras tanto, viaje a Santiago del Estero y derrota por la mínima ante Central Córdoba, goleada 5-3 a Tigre en casa y victoria de visitante ante Barracas por 3-1. No lo sabíamos por entonces, pero nos asomábamos a la debacle.

Derrota como local ante Unión por 2-1, con amplia rotación (se venía el viaje a Brasil) y final con escándalo que incluyó, penal en el último minuto atajado por Javi García, intervención del VAR para hacerlo ejecutar nuevamente, festejo desaforado del autor del gol, flasheando ser Messi de frente a la gente de Boca, que terminó en escándalo y expulsión del mismo. Pero todo se olvidó rápido. Venía el viaje a Brasil. Y el partido de ida fue empate 0-0, con un buen rendimiento del equipo, que mereció mejor suerte, y un arbitraje que dejó muchas dudas, entre elllas el penal que le dan al local y que ataja Rossi. La vuelta definiría todo en casa y sería en 7 días.

En el medio había que visitar a Banfield, con rotación total y sería la segunda derrota consecutiva (la tercera en 6 partidos) por 3-0. Si bien no dejaba de preocupar nadie podía adivinar lo que vendría.

No se supo en el momento, pero luego nos enteramos que había un larvado malestar en el plantel con la dirigencia por el tema premios, a punto tal que a 48 hs de la revancha ante Corinthians, "referentes" se reunieron con la dirigencia para discutir el tema con amenaza de no concentrar. Esto y lo que sucedería luego fue el detonante de un verdadero tembladeral.

Porque Boca quedó eliminado ante los brasileños. Nuevamente no se pudieron pasar los octavos de final, en un partido en el que fue ampliamente superior, en el que contó con un penal a favor, que el arquero local le contuvo a Benedetto, en el que se llegó a la definición por penales, y en dicha definción, cuando ya Rossi había cumplido con su parte, en el que pudo ser decisivo, otra vez falló el Pipa, esta vez mandandolo a la tribuna. Siguió la ronda de penales y el fallo de Ramírez determinó la eliminación. 

A esto siguieron horas frenéticas. Post partido Battaglia se queja de la falta de refuerzos. En menos de 24 hs es eyectado del cargo, se nombra a Ibarra como dt interino acompañado de Pompei y Gracián (el cuerpo técnico de la reserva), pasa Herrón a dirigir dicha categoría y se separa del plantel al capitán Izquierdoz, la voz cantante del inoportuno reclamo por los premios. Un desmadre absoluto.

Con todo este lío a cuestas, con el dolor de la elimación había que jugar un clásico ante San Lorenzo 72 hs después. Y salió como tenía que salir, a pesar de la ventaja inicial por parte de Rojo, fue 1-2, tercer derrota al hilo. Boca era un volcán. 

Se inicia una etapa de "montaña rusa". Victoria en casa 1-0 a Talleres, derrota ante Argentinos 2-0 en su caja de zapatos, victoria ante Estudiantes 3-1 y derrota catástrofica en Paraná ante Patronato por 3-0. Todos nos dimos cuenta que el equipo tocó fondo en cuanto a rendimiento y actitud. Nadie podía adivinar lo que vendría después. 

Por entonces arreciaban los pedidos para que se designara un dt "de verdad", pero Riquelme y compañía siguieron apostando a Ibarra, lo sostuvieron y tuvieron una charla descarnada con el plantel. Increíblemente a partir de ahí, a 10 puntos del líder Atlético Tucumán, perdidos en la mitad de la tabla y sin chances lógicas de pelear por nada comenzó la remontada.

Victoria 2-1 ante Platense, pase a cuartos de final de la Copa Argentina superando a Agropecuario, el verdugo de Racing, por la mínima (acá hubo que lamentar la violenta falta y quebradura del Changuito Zeballos). Luego dos empates consecutivos sin goles ante Racing (nos robaron 3 claros penales sin sanción) y Rosario Central, victoria como visitante ante Defensa y Justicia por 1-0 y llegaba lo que sería el partido visagra, el puntero Atlético Tucumán en la Bombonera.

Llegamos a ese partido 9 puntos abajo. Terminamos el primer tiempo 12 puntos abajo, y aparición fulgurante de Langoni mediante, terminamos a 6 puntos de la cima por la victoria 2-1 y ahí algunos empezamos creer que era posible. 

Vinieron 3 triunfos al hilo, a Colón en Santa Fe por 2-1, el clásico en casa 1-0 con el cabezazo del Pipa y a Lanús 1-0 a domicilio. Por entonces todos asumían que Boca sería candidato, pero se apelaba a que "no gusta", "no tiene línea de juego", "solo gana por la mínima", "no respeta formas", lo que más o menos pasa siempre que Boca asoma como para ser campeón, el único que es discutido.

Los 4 triunfos al hilo se cortan con un empate en 0 con Huracán en casa, pero se reanudan con victoria por la mínima en Mendoza y ante Velez como local. En el medio la victoria por Copa Argentina ante Quilmes por 3-2 y el pase a semifinales.

Por el torneo, visita y escándalo en La Plata ante Gimnasia, partido suspendido a los 9 minutos por los graves incidentes afuera de la cancha que le costaron la vida a un hincha del Lobo. Las polémicas que se generaron sobre la continuidad del partido, el día en que se haría, en que estadio, con o sin público solo fueron posibles porque enfrente estaba Boca. Con cualquier otro rival, Gimnasia hubiera recibido flor de sanción y como mínimo jugar fuera de su cancha y sin público. Pero enfrente estaba Boca y por lo tanto, no solo no hubo sanciones sino que el partido se jugó en el mismo estadio y con público dos semanas después.

Pasado esto, se le ganó a Aldosivi 2-1 en casa y a Sarmiento 1-0 en Junín. La lucha ya era entre Boca, Racing y los tucumanos que se terminarían mancando al final. Viaje a Rosario con expectativas incluso de campeonar y derrota ante Newell´s por 2-0, complemento del partido en La Plata, obligados a ganar si o si para no dejarle la cima a Racing y victoria épica por 2-1 con panorama abierto y favorable para la última fecha.

Boca vs Independiente. Racing vs riBer. Boca con un punto ventaja y dependiendo de si mismo. Racing necesitando ganar y que no lo haga Boca. Ambos enfrentando a los clásicos rivales cruzados.

Mientras Boca enfrentó a un hiper motivado Independiente que logró sacarle un 2-2 para ellos épico, Racing tuvo enfrente a un riBer que le regaló dos penales infantiles, el último de ellos a 2 minutos del final, con el partido 1-1 y la posibilidad de lograr el título de arrebato si lo convertía. Porque a esa altura de la tarde, Boca que venía evidenciando graves problemas físicos en los partidos anteriores, con el plantel diezmado por lesiones, no podía con su alma y nada hacía preveer que pudiera torcer la historia de empate. Pero Racing no solo erró el penal y el rebote, si no que en una "pecheada" histórica terminó perdiendo su partido. Y así Boca ganó uno de los títulos más increíbles, si no el más increíble, de su historia que incluye la friolera de 72 vueltas olímpicas.

Como venía la mano desde el tema físico y emocional, el año debería haber terminado allí, pero no, aún faltaba más desgaste. A solo 72 hs de esa consagración, casi con resaca de los festejos hubo que jugar la semi de Copa Argentina ante Patronato, con un equipo absolutamente alternativo y fue eliminación por penales  luego de empatar 1-1. Pero no era todo, Racing no se resignaba a no ganar nada en el año (eliminado por Boca en la Copa de la Liga, eliminaciones rozando el ridículo en Sudamericana y Argentina, pecheada en el campeonato) y entonces recurrieron a inestimables ayudas arbitrales para eliminar a Tigre (duelo de subcampeones) y finalmente derrotarnos en el pomposamente llamado Trofeo de Campeones (y que lo jugó un solo campeón) hace pocas horas, en una final de robo escandaloso.

Y así trasncurrió un 2022 que dejó 2 títulos dos eliminaciones por penales y consagraciones en reserva y fútbol femenino. Un buen año sin dudas, con mil problemas, varios autoinfligidos, pero donde no hubo tiempo para aburrirse.

Resta definir la continuidad o no de Ibarra como dt ya designado, todo hace pensar que así será, y volver a la pretemporada el 6 de diciembre. Por primera vez en mucho tiempo habrá más de 40 días para preparar un 2023 que esperemos nos siga trayendo vueltas olímpicas. ¡Vamos Boca!

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