Uno de los hijos pródigos más queridos y añorados vuelve a su casa. Lo hace en uno de los puntos más altos de su carrera, siendo un niño mimado en la Juventus, donde en dos años se cansó de dar vueltas olímpicas y de disputar la última final de la Champions League. Viene cuando le falta cumplir un año de contrato, a ganar la tercera parte de lo que gana allá y despreciando ofertas millonarias que rozan lo obsceno.
Si vuelve, es porque él y solo él quiere hacerlo. Quiere volver entero como en su momento lo hicieron Martín y Román. Quiere bañarse en el cariño de la mejor hinchada, en el Templo del fútbol. No hace falta ser adivino para saber que La Bombonera se rendirá a sus pies. Lo merece, por lo que nos dio, por volver y por todo lo que nos dará
Bienvenido a casa
SEÑOR
CARLOS TEVEZ
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